El Clavo en la Tabla

El Clavo en la Tabla

5 de abril de 2024

Todos tenemos hábitos o tendencias que nos traen sufrimiento. Aunque intentemos cambiar estos patrones repetidamente, nos siguen a todas partes como una nube de mosquitos. Este es el resultado de la ley del karma: cada acción que hacemos es una causa que tiene un efecto, un efecto que a veces nos sigue incluso de una vida a otra. Estos efectos pueden ser buenos o malos, liberadores o que nos atan, dependiendo de la acción involucrada.

Cuando nos enfrentamos a los efectos de nuestras malas acciones pasadas, ¿cómo deberíamos responder? Es natural, y bueno, hacer lo que podemos para minimizar esos efectos. Si tenemos mala salud, podemos tomar medidas para mejorarla, como ir al médico, tomar medicamentos, mejorar nuestra alimentación, o hacer ejercicio adecuadamente.

Sin embargo, medidas como estas por sí solas no eliminarán la causa subyacente. Para hacerlo, como debe hacer todo el que aspire a la libertad del alma, necesitamos usar poder de nuestra mente para resistir los viejos patrones. Al mismo tiempo, debemos buscar reemplazar los malos hábitos con buenos. Es como poner una tela protectora sobre nuestro jardín mental para que las semillas del mal karma no puedan germinar. Así el karma pasado tiene mucho menos poder para dañarnos. Además, estas semillas karmicas, privadas del alimento de la repetición de malas acciones pasadas, se marchitan y mueren.

Lo más eficaz de todo es meditar. Cada vez que meditamos profundamente, se producen cambios beneficiosos en los patrones de nuestro cerebro. Aquí hay una técnica de meditación que nos da Paramhansa Yogananda para destruir las semillas del karma pasado.

Primero, medita en el pensamiento “Mi Padre y yo somos uno,” intentando al hacerlo de sentir gran paz y gozo en tu corazón. Cuando llega el gozo, afirma mentalmente: “Padre, Tú estás conmigo. Ordeno a Tú poder dentro de mí que cauterice mis células cerebrales de malos hábitos y semillas de tendencias pasadas.” Por último, afirma y ora: “Ordeno a mis neuronas que cambien, que destruyan los surcos de malos hábitos que me han convertido en una marioneta. Señor, quémalos en Tu luz divina.” Haz esta técnica repetidamente con gran concentración, y con el tiempo te sentirás cada vez más libre.

Pintura de Swami Kriyananda.

Swami Kriyananda nos dio una imagen que es muy útil para destruir los efectos de nuestras acciones pasadas. Él dijo que erradicar el karma viejo es como intentar sacar un clavo de una tabla. Usando las puntas de un martillo, seguimos tirando, pero no podemos saber cuánto clavo queda en la tabla. No sabemos cuándo, pero un día, tras un continuo esfuerzo, el clavo se sale. El karma ha terminado, y somos libres.  

Un amigo nuestro recientemente nos contó una historia ilustrativa. Él estaba dirigiendo un equipo de personas en un proyecto nuevo. Desafortunadamente, una persona del equipo se resistía a la guía de nuestro amigo; era abiertamente crítico y desafiante, incluso hostil. Nuestro amigo reaccionó negativamente, y aunque no lo demostró, estaba resentido. Algún viejo karma había entrado en juego.

Orando profundamente a Dios para poder liderar el equipo de manera imparcial y efectiva, nuestro amigo se estaba preparado para reunirse con el equipo. Justo cuando subía al auto, sintió que el karma se disipaba: “como un clavo saliendo de una tabla,” dijo. Se sintió interiormente libre, y el proyecto avanzó armoniosamente.  

Paramhansa Yogananda escribió, “No culpes a Dios ni a nadie más si sufres una enfermedad, problemas financieros, o trastornos emocionales. Tu creaste la causa del problema en el pasado, y debes tomar una mayor determinación para erradicarla ahora.” Entonces, enfrentemos los desafíos auto-creados que nos surgen en la vida, hasta que, con una voluntad indómita, nos demos cuenta de que nada puede mantenernos atados en nuestro viaje hacia la libertad del alma.

Tu amiga en Dios,

Nayaswami Devi

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