Hijos de la Luz
12 de abril de 2024
Cuando Swami Kriyananda escribió el Festival de la Luz (pulsa aquí para ver el enlace en inglés), una ceremonia que leemos cada domingo en los centros de Ananda, incluyó una alegoría que representa el viaje del alma. Termina con estas emocionantes palabras sobre el propósito de la vida:
[La evolución] solo tenía esto por diseño: El nacimiento de la vida,
Y, con el nacimiento de la vida, el amanecer de la autoconciencia:
El paso a través de pasillos oscuros de la consciencia despierta
Para emerger al fin en la luz infinita—
¡En el Gozo perfecto!
¡Oh, Hijos de la Luz, abandonen la oscuridad!
Sepan que, para siempre, ¡ustedes y Él son uno!
El tema de la evolución de la consciencia está entretejido repetidamente en las grandes enseñanzas de la India. Primero está la evolución larga, y más o menos automática, a través de las reencarnaciones previas a alcanzar la forma humana. Este paso a través de los oscuros corredores de la consciencia despierta alcanza su punto máximo en los animales superiores, quienes a veces pueden demostrar una inteligencia extraordinaria.
Teníamos un perro excepcional en nuestra familia llamado Nipper. Cercí en Decorah, Iowa, y frente a nuestra casa había un gran parque utilizado por los residentes de la ciudad para hacer picnics. Muchos domingos, Nipper entretenía a grandes multitudes. Había aprendido a subir la empinada escalera de diez escalones de un tobogán, y luego deslizarse hacia abajo. Hacía esto repetidamente hasta que una gran audiencia se reuniera para animarlo. Mi hermano y yo acechábamos alrededor del grupo, secretamente orgullosos de nuestro perro, pero demasiado avergonzados como para revelar públicamente nuestra relación con este exhibicionista sinvergüenza.
Todavía más notable es la historia de Koko, un gorila que se podía comunicar por medio del lenguaje de señas. Ella tenía un vocabulario de más de mil palabras, y entendía el doble. Koko ayudó a la gente a romper con la ilusión de que solo los humanos tienen inteligencia, compasión y amor. Aquí hay un enlace (pulsa aquí para ver el video en inglés) a un video que muestra algunas de sus extraordinarias interacciones, y otro (pulsa aquí para ver el video en inglés) a uno de ella con el actor y comediante Robin Williams.
Koko y su gatito.
La siguiente fase importante del desarrollo evolutivo llega cuando alcanzamos la forma humana. Ahora tenemos un sistema nervioso avanzado y, lo que es más importante, una columna astral, incluidos los chakras, que nos dan la capacidad de alcanzar la iluminación. Con nuestras capacidades superiores viene también el don y la maldición del libre albedrío. Nuestra tarea ahora es elegir expandir nuestra consciencia y, eventualmente, disolver el ego—la sensación de separación de Dios. Para lograr esto, debemos desarrollar los poderes extraordinarios de nuestra mente y voluntad.
Paramhansa Yogananda dijo, “Cuando el ‘no puedo’ desaparece de tu mente, llega el poder divino. Tienes que emitir fuerza de voluntad continuamente a través de acciones constructivas. Cuando persistes, negándote a aceptar el fracaso, el objeto de la voluntad debe materializarse. En esa clase de voluntad reside la respuesta de Dios, porque la voluntad viene de Dios, y la voluntad continua es la voluntad divina.”
Esta determinación de la mente y la voluntad nos permite realizar los objetos de nuestro deseo. Al principio, centrados en el ego, buscamos posesiones, placer y poder. Pero a medida que nuestra consciencia evoluciona, también lo hace el foco de nuestros deseos. El Maestro dice que luego de incontables vidas sentimos una “angustiosa monotonía”; nuestra búsqueda se vuelve hacia adentro, y nuestro anhelo es solo por Dios. Si bien es bueno ser enérgico en nuestros esfuerzos, también es bueno relajarse y disfrutar el proceso. La Madre Divina nos cuida amorosamente a medida que avanzamos desde gatear hasta dar pequeños pasos, caminar, correr, y finalmente, elevarnos hacia los cielos de la consciencia.
La meditación, por supuesto, es central, pero también lo es vivir con alegría, amor y servicio durante todo el día. Con el tiempo, las dudas se desvanecen, los “no puedo” desaparecen, y vivimos realmente las líneas que escribió Swamiji: “¡Oh Hijos de la Luz, abandonen la oscuridad! Sepan que, para siempre, ¡ustedes y Él son uno!
En el amor y la agría de Dios,
Nayaswami Jyotish
