Lo Que Nos Hace Felices
23 de junio de 2023
Sri D. R. Kaarthikeyan habla sobre Kriya Yoga en una charla pública en Chennai, India.
Ananda tiene un amigo querido, Sri D. R. Kaarthikeyan. Swami Kriyananda (pulsa aquí para ver el enlace en inglés) lo consideraba “mi hermano hindú” y, de hecho, su camaradería los hacía parecer dos hermanos. Kaarthikeyanji (pulsa aquí para ver el enlace en inglés) es un miembro fundamental de la Junta de Directores no solo de Ananda en India, sino también de muchas otras organizaciones espirituales y humanitarias. Una de las formas en que esta alma compasiva ayuda a la humanidad es enviando material inspirador a su vasta lista de correo. Aquí hay una pieza inspiradora que recibimos de él la semana pasada:
Al multimillonario indio con una fortuna de 291 mil millones de dólares, Ratan Tata, un locutor de radio le preguntó en una entrevista telefónica: Señor, ¿cuándo fue más feliz en su vida?
Ratan respondió: pasé por cuatro etapas de felicidad en mi vida y finalmente entendí el significado de la verdadera felicidad.
El primer paso fue acumular riqueza y recursos. Pero en ese momento no obtuve la felicidad que quería.
Luego llegó la segunda etapa de acumular objetos valiosos. Pero me di cuenta de que el efecto de esto también es temporal, y el brillo de las joyas no dura mucho.
Luego vino la tercera etapa de los grandes proyectos. Poseíamos el 95% de las reservas de petróleo en India y África. También poseía la planta siderúrgica más grande de India y Asia. Pero aquí no alcancé la felicidad que imaginaba.
La cuarta etapa llegó cuando mi amigo me pidió que compre sillas de ruedas para niños con discapacidades. Aproximadamente 200 niños. Por recomendación de un amigo, inmediatamente las compré. Pero el amigo insistía en que fuese con él y se las diera a los niños. Dispuesto a hacerlo, estaba allí dando a los niños las sillas de ruedas con mis propias manos.
Vi un extraño destello de felicidad en los rostros de estos niños. Vi a todos sentados en sus sillas de ruedas, moviéndose y jugando. Era como si hubiesen ido a un día de campo y compartían su premio ganador. Me sentí tan feliz en mi interior.
Cuando decidimos marcharnos, uno de los niños me agarró de los pies. Traté de soltar lentamente mis piernas, pero el niño me miró de frente y las apretó todavía más fuerte. Así que me incliné y dije, “Muchacho, ¿necesitas algo más?”
La reacción de este niño no solo me sorprendió, sino que cambió completamente mi perspectiva de la vida. Este niño dijo, “¡¡¡Quiero recordar tu rostro para que cuando te vea en el Cielo, pueda reconocerte y agradecerte de nuevo!!!”
“El Maestro y las Montañas Rojas,” de Nayaswami Jyotish.
¿Qué nos hace felices? Hay una profunda verdad espiritual: dice que la felicidad aumenta a medida que nuestra consciencia se eleva y se expande, y disminuye cuando cae y se contrae. Por eso decimos “arriba en el cielo” y “abajo en el infierno.”
Cuando Tata perseguía la riqueza personal, posesiones y poder, su consciencia se contrajo, y la felicidad duradera lo eludía. Pero al pensar en los demás y al actuar en forma altruista, su consciencia se expandió, y pudo encontrar felicidad duradera. La ley de expansión y contracción es una de las leyes ocultas de la creación. Funciona porque estamos todos interconectados y somos interdependientes, y es por eso por lo que una enseñanza fundamental para todas las religiones del mundo es “Haz a los demás lo que te gustaría que te hicieran a ti.”
Todos los días se nos brindan oportunidades para poner esto en práctica. La elección es sencilla: expandirse y ser feliz, o contraerse y estar triste. Ayudar a los demás traerá buen karma tanto para ellos como para nosotros. ¡Pasemos más tiempo repartiendo las sillas de ruedas de la Madre Divina!
Paramhansa Yogananda lo expresa bellamente en una de sus oraciones-demandas (pulsa aquí para ver el enlace en inglés): “Amé muchas cosas solo para descubrir que mi verdadero anhelo era solo por Ti. ¡Ven a mí ahora! ¡Quédate siempre conmigo!”
En gozo divino,
Nayaswami Jyotish
