Historias del libro “Swami Kriyananda, como lo hemos conocido”, de Asha Nayaswami

 

 

Una pareja infeliz

Una vez, cuando Swamiji viajaba con Lawrence por Europa, salieron a cenar con un matrimonio amigo de Swamij, pero no relacionado con Ananda. Después, Lawrence exclamó: “¡Qué alivio alejarse de esos dos! La negatividad entre ellos era tan espesa que se podía cortar con un cuchillo”.

“¿Lo era?” dijo Swamiji. “No me había dado cuenta”.

Lawrence estaba incrédulo. “¿Cómo pudiste no darte cuenta?”. Enumeró varios ejemplos de la forma poco amable e irrespetuosa en que se habían tratado. “Es increíble que sigan casados”.

Swamiji guardó silencio un momento y luego dijo: “Nunca los vi de esa manera. No me gusta dar energía ni siquiera al pensamiento de la negatividad. Pero ahora veo que sí respondí a ella. Al recordar, veo que todos mis comentarios iban dirigidos a intentar crear armonía y entendimiento entre ellos. Espero que haya ayudado”.

 

El amor de una devota

Durante las horas en que Swamiyi estaba siendo operado a corazón abierto, dirigí una vigilia de oración en el templo de la comunidad de Ananda Sacramento donde yo vivía. Algunos otros se unieron a mí, pero la mayor parte del tiempo recé sola.

Swamiyi estaba en un hospital cercano y después quise ir a verle. Sin embargo, cada vez que lo intentaba, había tantas personas antes que yo que no podía entrar.

Cuando salió del hospital, vino a nuestra comunidad a descansar unos días antes de regresar al Ananda Village. La operación era importante; le habían colocado una válvula artificial en el corazón.

Antes de que pudiera contarle a Swamji lo de la vigilia de oración, o lo decepcionado que estaba por no haber podido verle antes, pidió hablar conmigo.

“Siento que no pudieras visitarme en el hospital”, me dijo. “Pero sentí tu amor”.

Swamiji estaba tan débil y dolorido que apenas podía hablar más allá de un susurro, pero utilizó la poca energía que tenía para tranquilizarme. Gente de todo el mundo había estado rezando por él, y aun así, en medio de todo eso, sintió mi pequeña conciencia. Estaba tan conmovida que no pude responder.

~ De Lalita ~

 

De alma a alma

Cuando llegué a la conferencia de Swamiyi, sólo había gente de pie y tuve que sentarme en el suelo del pasillo central. No importaba en qué lugar de la sala me encontrara, cuando Swamiji empezó a hablar, sentí como si estuviera dentro de mi columna vertebral, hablándole directamente a mi alma. No sé cómo explicarlo.

Y muchas de las cosas de las que hablaba eran cuestiones a las que me estaba enfrentando en ese momento, como si toda su conferencia fuera sólo para mí.

“Mis conferencias son realmente conversaciones”, dice Swamiji. “Es la conciencia de la audiencia la que determina lo que digo. Nunca me preparo de antemano. Sólo rezo a la Madre Divina: ‘Úsame como tu instrumento. Inspírame para decir lo que Tú quieres que este público escuche”‘.

Cuando terminó la conferencia, me quedé de pie al borde de un grupo reunido alrededor de Swamiji. Nuestras miradas se cruzaron y le dije simplemente: “Gracias por todo”.

“Me alegro mucho de que hayas venido y de que hayamos podido pasar este rato juntos”, respondió.

Incluso con tanta gente presente, Swamiyi seguía siendo consciente de nosotros como almas individuales.

~ De Liladevi ~

 

Debe sentirse sola

Junto al vestíbulo del hotel donde Swamiyi y algunos de nosotros nos alojábamos había una pequeña joyería. Todos los días, durante horas, una mujer se sentaba sola detrás del mostrador.

“Nunca veo clientes allí”, dijo Swamiyi.

No había nada en la tienda que Swamiyi quisiera comprar, pero al día siguiente entramos. “Todos los días te veo sentada aquí”, dijo. “Hay tan pocos clientes, ¿qué haces todo el día? Debe de sentirse sola”.

Parecía sorprendida de que se dirigieran a ella de un modo tan personal, pero se sintió conmovida por su amabilidad.

“Leo”, responde. “Tengo que hacer algo de papeleo”. Su voz se entrecorta. “Me siento sola”, dijo. Sus ojos se llenaron de lágrimas.

Swamiyi no le dijo nada, se quedó callado y quieto. Yo estaba a su lado y, de repente, me vi envuelta en una sensación de alegría que emanaba de él. Estaba llegando a ella con su espíritu. De repente sus ojos brillaron de felicidad. Cuando Swamiyi vio que ella había recibido lo que él había venido a darle, le deseó lo mejor y salimos de la tienda.

Después de eso, cada vez que pasaba por allí, Swamiyi la saludaba a través de la ventana. A menudo, entonces, ella se acercaba a la puerta y lo observaba hasta que se perdía de vista. El mero hecho de ver a Swamiyi parecía aliviar su soledad.

 

SOBRE LA AUTORA

Nayaswami Asha ha sido una buscadora espiritual desde que era muy joven. En 1969, en la Universidad de Stanford, escuchó hablar por primera vez a Swami Kriyananda. Al instante, lo reconoció como su maestro espiritual. “Supe en el momento en que entró en la sala que poseía la conciencia que yo había estado buscando durante tanto tiempo”.

Pronto se convirtió en miembro fundador de la nueva comunidad que Swami Kriyananda estaba iniciando cerca de Nevada City, California, llamada Ananda Village, basada en el sueño de Yogananda de Colonias de Hermandad Mundial para “una vida sencilla y un pensamiento elevado.”

Swami Kriyananda colocó a Asha en el papel de enseñar y aconsejar poco después de su llegada a Ananda. También sirvió como secretaria de correspondencia y asistente personal de Swami durante muchos años.

Desde 1987 es una de las directoras espirituales de Ananda Palo Alto. Asha es autora de Swami Kriyananda As We Have Known Him, una colección de más de 200 historias de personas que han sido tocadas por sus enseñanzas y amistad espiritual, a menudo de forma extraordinaria. También es autora de Loved and Protected: Stories of Miracles and Answered Prayers, Ask Asha: Heartfelt Answers to Everyday Dilemmas on the Spiritual Path, y Swami Kriyananda, Lightbearer: La vida y el legado de un discípulo de Paramhansa Yogananda.

Las charlas en vídeo y las grabaciones de las clases de Asha son un salvavidas espiritual para personas de muchos credos en todo el mundo. Miles de estudiantes han recibido formación de ella y han recibido una ayuda inconmensurable gracias a su inusual perspicacia y claridad.