El Poder de la Memoria

El Poder de la Memoria

10 de marzo de 2023

“Muchos han sido Mis nacimientos, Oh Arjuna, y muchos también los tuyos. Yo recuerdo todos los Míos, aunque tu no recuerdas los tuyos.” Estas palabras de Sri Krishna a su discípulo en el Bhagavad Gita (pulsa aquí para ver el enlace en inglés) muestran un recuerdo divino de la naturaleza eterna del alma.

La memoria, en su máxima expresión, es mucho más que recordar que hay en una lista de compras. Es la habilidad del alma de trascender las limitaciones del tiempo.

Paramhansa Yogananda (pulsa aquí para ver el enlace en inglés) habló de la “fácil resurrección de la memoria” a través de la cual recordó experiencias pasadas con su gurú, Sri Yukteswar. Con un sentido de la memoria entrenado y elevado, podemos fusionar el pasado, presente y futuro en el eterno ahora. Patanjali, la antigua autoridad en yoga describió al despertar espiritual como smriti, que significa “memoria.”

Las enseñanzas yóguicas describen tres niveles diferentes de nuestra consciencia. La mente subconsciente es el depósito de todas nuestras experiencias pasadas, impresiones y pensamientos. Es el archivo de nuestros recuerdos, no solo lo de esta vida, sino de todas nuestras vidas.

La mente consciente es el sistema operativo que responde a los detalles y desafíos de la vida diaria. Es cómo resolvemos los problemas, tomamos decisiones, y planeamos el futuro. La mente consciente trae los recuerdos mantenidos en el subconsciente para que se formen sus decisiones, por lo que trabajan juntos.

La mente superconsciente es nuestra facultad intuitiva superior que nos permite expandir nuestra consciencia más allá de las limitaciones del ego. A través de ella, podemos experimentar nuestro verdadero Ser, y en última instancia nuestra unidad con Dios.

A partir de esta descripción, es fácil sacar la conclusión de que es una progresión—que todo lo que necesitamos hacer es enfocarnos en la mente superconsciente y olvidarnos de los niveles “inferiores” de consciencia. Pero no es tan simple.

Swami Kriyananda dijo algo al respecto que siempre me ha intrigado. La superconsciencia, escribió, se encuentra en la delgada línea entre la mente consciente y la subconsciente, como la línea del horizonte entre el mar y el cielo.

Aquí llegamos al poder y la importancia de la memoria. El subconsciente es mucho más como un estado de ensueño e inconsciente de compulsiones ocultas. Más bien es una parte intrínseca del viaje hacia la iluminación, tanto porque contiene lecciones útiles del pasado, como porque no se limita a vivir en el presente.

Yoganandaji habló a menudo acerca de cómo desarrollar el poder de la memoria, cómo usarlo correctamente. “La memoria,” dijo, “es esa facultad de la mente consciente que, con la ayuda de la mente subconsciente, puede recordar cualquier experiencia consciente pasada. Siempre despierta, la mente subconsciente esta enterrada debajo de la mente consciente, trabajando durante el sueño y memorizando constantemente experiencias durante el estado de vigilia.”

“Para poder realizar tareas importantes y recordar experiencias valiosas para el uso diario, uno tiene que poder trabajar con el material evocado a la mente consciente por el poder de la memoria. La mente subconsciente puede entrenarse para recordar a voluntad todas las experiencias conscientes.”

Aquí hay algunas formas que nos da el Maestro para desarrollar nuestra memoria:

1) Por la mañana y por la noche, golpea el cuero cabelludo con los nudillos, luego masajéalo con los dedos como se enseña en los Ejercicios de Energización.

2) Realiza cada acción con mucha atención. La atención es la aguja que graba los surcos en las células de la memoria.

3) Todas las noches, recuerda en detalle todo lo que ocurrió durante la semana anterior. También trata de recordar en detalle los principales eventos del mes con respecto a tu vida, tu ciudad, tu país, y el mundo.

4) Antes de acostarte y al despertar, ordena a tu mente subconsciente que esté atenta a todas tus actividades y que almacene todas las experiencias valiosas.

Sri Yukteswar con Paramhansa Yogananda en Calcuta, India, 1935.

Esto nos lleva al uso correcto de la memoria. Yoganandaji dijo, “Se nos dio la memoria para mantener vivas solo las experiencias y lecciones buenas de la vida. Recordar las malas experiencias y vivir en ellas es un abuso del regalo de la memoria que nos dio Dios.” Esto no significa que suprimamos las malas experiencias o que ignoremos los errores del pasado. Más bien, deberíamos dejar atrás las experiencias dolorosas, y concentrarnos en llenar los bancos de nuestra memoria con recuerdos positivos y divinos.

Como dijo Sri Yukteswar a un estudiante nuevo que dudaba de su propia valía para buscar a Dios: “Olvida el pasado. Las vidas desvanecidas de todos los hombres están oscurecidas por muchas vergüenzas… Todo mejorará en el futuro si estás haciendo el esfuerzo espiritual ahora.”

En última instancia, ¿cuál es el mejor uso de este regalo divino de la memoria? Recordar a Dios. Mientras escribo esto hoy, es el septuagésimo aniversario del mahasamadhi (pulsa aquí para ver el enlace en inglés) de Yoganandaji.

Para honrar a nuestro gran Gurú, tomate un poco de tiempo en este mismo instante para recordar su impacto en tu vida. ¿Cuándo fue la primera vez que viste su foto? ¿Cuándo leíste su Autobiografía de un Yogui por primera vez? ¿Cuál fue tu primera impresión del libro? Si eres un discípulo, ¿cuándo te diste cuenta de que era tu gurú enviado por Dios? Siéntate en silencio con estos recuerdos, y trata de sentir la naturaleza atemporal de tu vínculo con él.

Recientemente un amigo nos envió una descripción de una experiencia que tuvo un discípulo directo del Maestro tuvo con él unas décadas después de su mahasamadhi. Yogananda se le apareció sosteniendo un libro blanco y dorado con letras de luz, titulado El Libro de Mi Vida. El Maestro lo sostuvo, y le dijo que pasase las páginas y leyese el libro. Mientras pasaba las páginas hacia atrás y adelante, vio informes de sus encarnaciones previas y futuras, en las cuales su gurú siempre lo guiaba.

Aunque, como Arjuna, puede ser que no recordemos conscientemente  nuestras vidas pasadas, el amor eterno entre el gurú y el discípulo siempre está allí, justo debajo de la superficie. Cuanto más podamos acceder a los recuerdos almacenados de la presencia de nuestro Gurú, y mantener el pensamiento de él en nuestra mente consciente, más rápidamente podremos darnos cuenta de nuestra unidad con él.

Con la dicha de recordar a Dios y al Gurú,

Nayaswami Devi

 

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