Elige Tus Recuerdos

Elige Tus Recuerdos

25 de febrero de 2022

Cuando era una niña pequeña, ocasionalmente me despertaba llorando en medio de la noche debido a un mal sueño. Afortunadamente, tuve una madre sabia y amorosa que venía y se sentaba en mi cama para consolarme. Su consejo en esas ocasiones era siempre el mismo: no me preguntaba acerca del sueño aterrador, sino que decía, “Pensemos en algunos recuerdos felices, como cuando nuestra familia fue al mar. ¿Recuerdas cuánto nos divertimos?”

Siempre comenzaba a sentirme mejor, el sueño aterrador se desvanecía de la memoria, y pronto volvía a dormirme. Aunque no creo que mi madre lo supiese, me estaba compartiendo un aspecto importante de las enseñanzas de Paramhansa Yogananda (pulsa aquí para ver el enlace en inglés): el uso correcto de la memoria para cambiar nuestra consciencia.

Él escribió: “Se nos dio la memoria para mantener vivas solo las experiencias y lecciones buenas de la vida. Deshazte de los malos pensamientos evitando recordarlos. Si vienen a la mente a pesar tuyo, rehúsate a albergarlos. Permíteme repetirlo: Recordar malas experiencias y detenerse en ellas es un abuso del don de la memoria que nos dio Dios.”

Durante los dos últimos años, todos nos hemos enfrentado a muchos desafíos para hacer frente a la pandemia global. Las señales comienzan a ser esperanzadoras de que podemos estar pasando de la devastación del Covid a una nueva era libre del sufrimiento y pérdida que hemos visto. Estas experiencias dolorosas han dejado profundas impresiones en la mayoría de las personas que tienen el potencial de influir en sus vidas en el futuro.

Ahora es un momento importante para trabajar conscientemente con nuestros recuerdos para no llevar el sufrimiento con nosotros.  La memoria es la nota mental hecha de cada pensamiento o acción cuando ocurre por primera vez, que se almacena en el cerebro como un patrón de pensamiento. La palabra “recordar” viene de re, “de nuevo,” y cordis, “corazón.” (Nota del traductor: en español significa “volver a pasar por el corazón”; en inglés “volver a tener presente.”)

Trata de recordar conscientemente los buenos recuerdos que has adquirido durante este periodo: la amabilidad de los extraños, una historia inspiradora sobre los esfuerzos de los equipos médicos para ayudar a los demás, los tiempos de oraciones profundas y de invocación a Dios, la satisfacción encontrada en pasatiempos, o las conversaciones amorosas con amigos, por nombrar solo algunos.

Elige evocar buenos recuerdos

Yoganandaji dijo, “La atención profunda y alerta con sentimiento es la aguja que marca surcos en el registro de las células de la memoria.” Esto es cierto tanto para los recuerdos positivos como para los negativos. Dado que nuestra memoria está vinculada al karma pasado, al concentrarnos en buenos recuerdos podemos mejorar y cambiar los patrones kármicos negativos.”

El Maestro continuó diciendo, “Uno no debe traer ningún pensamiento malo y revivirlo, porque entonces permanecerá por más tiempo en la mente. A través del uso correcto de la memoria, podemos reproducir aquellas experiencias de nuestras vidas pasadas que son beneficiosas para incrementar el conocimiento en esta vida.”

Evitar a las personas y a los medios negativos también es importante para redirigir nuestros recuerdos hacia buenas experiencias. Las palabras destructivas y las conversaciones deprimentes tienen el poder de mantenernos enfocados en los malos recuerdos. Esto prolongará el sufrimiento mucho después de termine una mala experiencia.

Así que recuerda, elige evocar buenos recuerdos: no solo de los últimos dos años, sino de toda tu vida. Esto no es estar en un estado de negación, sino más bien elegir ser libre de las experiencias que te han provocado sufrimiento. Un enfoque en experiencias pasadas positivas conduce a un futuro más feliz. Como dijo el Maestro, “Si mantienes tu cerebro, tu mente, y tu cuerpo llenos con recuerdos felices, el mayor bien de todos, Dios, vendrá y permanecerá contigo.”

En Su amor,

Nayaswami Devi

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