Cuatro Formas de Burlar al Karma
3 de marzo de 2023
El karma es una de las leyes fundamentales del universo. Básicamente, establece que cada pensamiento, sentimiento y acción tiene una consecuencia. En la Biblia dice, “Lo que siembras, así cosecharás.”
Una vez que se pone en marcha, normalmente no hay forma de evitar el karma de las acciones pasadas. Pero podemos hacer mucho para cambiar la gravedad de las consecuencias. Sri Yukteswar dijo que las vidas pasadas de todos los hombres están oscurecidas por muchas vergüenzas. Pero todo mejorará en el futuro si ahora estamos haciendo los esfuerzos espirituales correctos.
Aquí hay cuatro formas de burlar nuestras consecuencias karmicas.
Aléjate del mal comportamiento: Cada acción o pensamiento es como un rayo de energía. La energía una vez emitida regresará inevitablemente. Si le gritamos a alguien con ira, a menudo, si no siempre, tendremos una replica enojada a cambio. Las retribuciones karmicas son la forma de la vida de enseñarnos las consecuencias de nuestras acciones y de empujarnos a alienarnos con las leyes de Dios. En este caso, el karma que regresa está destinado a enseñarnos a no actuar con ira.
El rayo de la retribución furiosa que se dirige hacia nosotros es como un auto que se nos aproxima en una carretera de un solo carril. Si seguimos actuando de la misma forma engañosa, habrá un choque frontal. Pero ahora imagina que has cambiado, y no solo ya no estás actuando con ira, sino que en vez de eso ahora eres paciente y servicial cuando te confrontan. Ahora te mueves en la misma dirección que tu retribución karmica y el resultado puede ser solo un pequeño golpecito en la parte trasera para recordarte que debes seguir haciendo el esfuerzo espiritual correcto.
¿Cómo aprendemos a dirigirnos por el camino correcto? Primero, toma consciencia de cómo te estás comportando. La consciencia siempre precede a la acción. Luego, asume la responsabilidad de tu comportamiento. Finalmente, pon la energía en la dirección opuesta, la dirección en la que tu karma quiere empujarte de todas formas.
Sirve a lo demás: El servicio es una de las mejores formas de superar el karma, que siempre es iniciado por el interés propio. En pocas palabras, cuando pensamos en nosotros mismos, terminamos creando mal karma. Cuando nos olvidamos de nosotros mismos y pensamos en ayudar a los demás, nos volvemos más libres y felices.
Cuando somos egocéntricos, incluso un susurro de crítica puede ser devastador. Cuando nuestros corazones son fuertes y se expanden al pensar en los demás, incluso una diatriba enojada puede ser ignorada o brindar una oportunidad para ayudar a la persona iracunda.
Medita y Practica Pranayama: La meditación es la forma más rápida de liberarse del ego, el origen de todo karma. Todos los remolinos de karma residen en la columna astral. La meditación puede neutralizar esos vórtices. Paramhansa Yogananda dijo que cada Kriya es el equivalente a un año completo de vida correcta. Día a día, meditación tras meditación, nuestra columna astral se limpia de todas las tendencias karmicas destructivas.
Es posible que tengamos innumerables semillas de tendencias karmicas esperando las circunstancias apropiadas para surgir. Pero el pranayama, especialmente Kriya Yoga, llena la columna con magnetismo positivo y quema las semillas antes de que puedan ser plantadas.
Un gurú nos quitará gran parte de nuestro karma si nos mantenemos sintonizados.
Sintonía con un Gurú: Un gurú nos quitará gran parte de nuestro karma si nos mantenemos sintonizados. Un buen amigo tuvo un sueño fascinante. Estaba caminando por una playa y se encontró con una gran pila de alquitrán pegajoso, que sabía que era su mal karma pasado. Su tarea era eliminarlo, pero todo lo que tenía para realizar el trabajo era un pequeño balde plástico y una pala de juguete. Lugo de mucho esfuerzo, finalmente logró llenar el balde una vez.
Cuando comenzó a perder la esperanza de poder terminar el trabajo, escuchó un fuerte ruido que venía de atrás de la pila. Con curiosidad, dio la vuelta y encontró a Yogananda conduciendo un tractor con una gran pala en la parte delantera. El Maestro tenía una sonrisa enorme en su rostro mientras excavaba en el montículo de alquitrán una y otra vez y arrojaba las cargas en el océano para que se disolvieran.
Un hombre rico puede pagar fácilmente las deudas de un niño descarriado. Tal es el poder de la sintonía con un gurú realizado en Dios.
Terminaré con una fascinante respuesta que dio Swami Kriyananda cuando le preguntaron cómo podemos diferenciar entre el karma bueno y el malo. Él dijo que el buen karma nos acerca a Dios, mientras que el mal karma nos aleja. A veces el karma desagradable, como una medicina amarga, es lo mejor para nosotros. No tenemos que disfrutarlo, pero seríamos sabios si lo tragamos.
En gozo,
Nayaswami Jyotish
