15 de Noviembre de 2018
Tomar buenas decisiones es una de las habilidades más importantes en la vida, y sin embargo prácticamente no hemos tenido entrenamiento para ello.
A veces damos poca energía, incluso a elecciones que definen nuestra vida, como: el matrimonio, el empleo, o emprender una búsqueda espiritual. Este es un claro ejemplo:
Hace algunos años, en India, cenamos con un hombre bueno y noble, que había sido médico. Un fin de semana, dos amigos le dijeron que iban a tomar un examen extremadamente competitivo para calificar para empleos de servicio civil de alto nivel. Si tenían éxito, se les garantizaría una vida de seguridad financiera y estatus elevado. Más de un millón de personas iban a tomar el examen, y ellos se habían estado preparando durante meses. Casi en broma, invitaron a nuestro amigo médico, a que se presentase.
Probablemente puedes adivinar el resultado—solo él medico pasó el examen. Cuando lo encontramos años más tarde, y relató la historia, el mantenía el importante empleo de planificar los patrones de tránsito para toda el área de Delhi y, de hecho, tenía seguridad económica y era muy respetado. También estaba desesperadamente insatisfecho. Por un capricho, había abandonado su vocación de médico.
¿Alguna vez has encontrado a alguien que, como este médico, se encontró en una especie de tren kármico que lo lleva a uno, a un paseo que en realidad nunca había pedido, y mucho menos elegido conscientemente? Quizás esto te ha pasado alguna vez a ti.
Aquí están las 4 maneras en las que, normalmente, tomamos decisiones y sugerencias para poder mejorar.
- Decisiones subconscientes, dirigidas por el hábito, impulsivas. Muchas decisiones diarias, y algunas críticas, son tomadas por un impulso subconsciente. Parecen simplemente ocurrir, y solo más tarde nos damos cuenta de sus repercusiones.
El remedio: Ten claridad de tus objetivos en la vida. Swami Kriyananda escribió, “La vida es una búsqueda del gozo interior.” Si para ti ese es un objetivo en la vida, entonces evalúa las decisiones que tomas, grandes o pequeñas, para ver hacia dónde te están llevando.
- Decisiones conscientes dirigidas por la razón. Las decisiones conscientes a menudo se toman pensando y preocupándose mucho. La dificultad es que son limitadas por el grado de sabiduría que tenemos o no.
El remedio: Pide guía. Paramhansa Yogananda dijo que oremos de esta manera: “Yo razonaré, yo querré y yo actuaré, pero Tú guía mi razón, mis deseos y actividades, para seguir el sendero correcto en todo.” También puedes pedir claridad a un amigo sabio y en el que puedes confiar.
- Guía semi-intuitiva. Estos son los presentimientos que puedes tener, basados principalmente en las sensaciones y la experiencia. En la mayoría de los casos deberías confiar en tus instintos, pero obsérvalos con tu razón y sentido común.
- Intuición superconsciente. Esto llega con la calma de la mente y del corazón, y un profundo deseo de sintonizar tu voluntad individual con Dios. Para decisiones importantes es bueno alejarte de tu entorno habitual. Toma un retiro en un lugar que tenga energía elevada y espiritual. Deja que tu mente se calme, y luego medita profundamente.
Ofrece tu pregunta a la Luz, sintiendo que eres una vasija vacía lista para recibir la guía divina. En la profunda calma interior, puedes escuchar los susurros de Dios, que pueden llegar como un pensamiento lúcidamente claro, o como un conocimiento profundo y calmo en tu corazón.
Cuando vives tu vida en sintonía con una consciencia más elevada, tus decisiones siempre te llevarán hacia los verdaderos objetivos de tu vida.
En amistad divina,
Nayaswami Jyotish
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