Un Paso a la Vez

Un Paso a la Vez

27 de mayo de 2022

A veces nos preguntamos, ¿por qué toma tanto tiempo? Es común experimentar una sensación de frustración con nuestros esfuerzos espirituales. Cuando el progreso parece una eternidad, nuestra propia impaciencia se convierte en un obstáculo. Necesitamos respetar la forma en la que funciona la naturaleza y tomar las cosas un paso a la vez.

Un buen amigo, Sagar, compartió esta historia de la antigua India. Pero primero, un descargo de responsabilidad: la guerra es una solución terrible para resolver conflictos en este mundo, como estamos viendo en la actualidad con los trágicos eventos en Ucrania. Pero como señaló Yogananda en su explicación del Bhagavad Gita (pulsa aquí para ver el enlace en inglés), la guerra también puede verse como un símbolo de la lucha interior entre el ego y el alma. Entonces, tomemos esta historia como una analogía espiritual.

Chanakya, un gran general, emprendió una guerra noble en nombre de su rey. Su primer movimiento fue atacar la capital enemiga. Sin embargo, esta fortaleza estaba demasiado bien protegida. Sus fuerzas fueron gravemente derrotadas, su ejército se dispersó, y él tuvo que huir al desierto.

Un día, Chankya entró en una pequeña aldea en busca de comida. Al pasar por una choza, escuchó las voces excitadas de los niños. Su madre les estaba sirviendo papilla de arroz caliente. De repente, un niño gritó, “¡Ay! Me quemé los dedos.”

“Bueno, ¿qué esperabas?” dijo la mujer. “Naturalmente se quemarán, si eres tan tonto como Chankya.” Intrigado y curioso, Chankya irrumpió en la habitación.

“¿Quién eres?” preguntó la madre de los niños. “¿Qué quieres?”

“Solo vine para averiguar el significado de tus palabras,” dijo Chankya.

La mujer estaba sorprendida. “Simplemente les estaba diciendo a los niños que comieran adecuadamente,” dijo. “Les había servido papilla caliente. Deberían haberse dado cuenta de que estaba más caliente en el centro, y comenzado a comer desde la parte exterior, que se enfría primero.”

“Sí, pero ¿qué tiene que ver Chankya con eso?” preguntó Chankya.

“Todo,” dijo la mujer sonriendo. “Chankya fue tonto al atacar el punto más fuerte de su enemigo, la capital bien protegida, desde el principio. ¡Al igual que este niño tonto tratando de comer la papilla caliente desde el centro! Por eso Chankya perdió y tuvo que huir. En vez de eso, él debería haber comenzado conquistando primero las pequeñas provincias de la periferia para debilitarla.”

“Muchas gracias, Madre,” dijo Chankya a la mujer. “Me has enseñado una lección maravillosa en estrategia de guerra. No cometeré el mismo error otra vez.”

Chanakya reunió sus tropas para otro ataque. Y esta vez el ejército se dispuso a conquistar primero los feudos más pequeños. Avanzando lento pero seguro, finalmente lograron tomar la capital.

“Yendo al Interior,” de Nara Bedwell.

La lección para nosotros es que necesitamos dar un paso a la vez, y ganar primero las batallas espirituales pequeñas antes de pasar a las más grandes. Tomemos, por ejemplo, a los pensamientos inquietos durante la meditación. Terminaremos frustrados si asumimos que podemos domara a la mente rápidamente. Primero conquistemos las provincias periféricas. Comienza con el cuerpo, manteniéndolo relajado e inmóvil. Luego pasa a la respiración, solo observándola entrar y salir sin intentar controlarla. Trata de practicar Jong-So (pulsa aquí para ver el video en inglés) durante un minuto a la vez con buena concentración. Una vez que hayas logrado eso, encontrarás más fácil concentrarte en aspectos más sutiles tales como los sonidos y luces interiores. Trabaja con objetivos alcanzables y celebra las pequeñas victorias. Con el tiempo extenderás y profundizarás tu concentración naturalmente. El crecimiento gradual es el camino de la naturaleza.

El mismo principio aplica para otras aspiraciones. Al buscar dominar tus deseos, por ejemplo, no asumas que puedes comenzar con los fuertemente defendidos, los primitivos como la seguridad y la atracción sexual. Trabaja en hábito manejables, tomando uno a la vez hasta que puedas transformarlo. Reduce la velocidad para acelerar. Al final, los pequeños pasos conducen a grandes resultados.

Con paciencia,

Nayaswami Jyotish

 

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