Tres cosas que aprendí de Swamiji

Por Nayaswami Uma

Todo lo que sé sobre Paramhansa Yogananda, es el resultado de conocer a Swami Kriyananda. Me doy cuenta de que mi propia lectura y práctica también me han ayudado a conocer al Maestro, pero la vida de Swamiji, sus enseñanzas y su discipulado han transformado profundamente todos los aspectos de mi vida espiritual. De las muchas, muchas cosas importantes que he aprendido de Swamiji, aunque no es una tarea sencilla simplificar, he elegido 3:

Vive desde tu corazón

Este es un lugar muy seguro para conectarnos espiritualmente, especialmente si podemos mantenernos alli. Cuando practicamos vivir y comunicarnos desde el corazón nos resulta más fácil ser compasivos y sensibles a la realidad de los demás. Tendemos a juzgar, irritarnos o enfadarnos mucho menos con los demás. Empezamos a darnos cuenta de que todos estamos aquí para aprender y de que ninguno de nosotros es perfecto.

Esta comprensión aporta empatía y bondad al corazón. Si el mundo pudiera vivir así, qué diferente sería. Pero debemos empezar por nosotros mismos y todo crecerá a partir de ahí. Swamiji me aconsejó directamente, “cuando te relaciones con los demás, habla siempre desde el corazón”. Este consejo me ha servido mucho. Todavía tengo mucho que aprender, pero tener este recordatorio siempre presente es una gran bendición.

Acción práctica: Observa cuánto permitas que la mente dicte tus decisiones y acciones. También presta atención a lo que sientes en el corazón mientras la mente hace su trabajo.

Equilibrio en todo
Sé equilibrado en todo. Dieta, ejercicio, actividad, descanso, tiempo social, tiempo de tranquilidad. Hay una cita muy conocida del Eclesiastés, en el Antiguo Testamento, que es un hermoso recordatorio del flujo natural de la vida, el flujo de los días, semanas, meses y años, el flujo de la naturaleza y las estaciones. He aquí algunos pasajes de la cita: “Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere bajo el cielo tiene su hora: Un tiempo para nacer, un tiempo para morir; …Un tiempo para llorar, un tiempo para reír y un tiempo para bailar, …Un tiempo para amar, y un tiempo para odiar; un tiempo de guerra, y un tiempo de paz”.

Swamiji nos instó a ser conscientes de las áreas de nuestro interior en las que tendemos a ser extremistas, en pensamientos, palabras o acciones y a acercarnos a un punto de equilibrio y balance en todas las cosas. Esto aporta una profunda sensación de paz y conexión con toda la vida.

Acción práctica: Desde tu propio punto de vista, considera también el punto de vista opuesto. Trata de verlo como ves el tuyo, de ver su validez y su verdad. Sé objetivo y tranquilo.

Sé un ejemplo
El Maestro dijo que si estás trabajando para cambiarte a ti mismo, estás trabajando para cambiar el mundo. Swamiji solía observar que hay muchas cosas en la vida que desearíamos que fueran diferentes, pero desear no cambia nada. Al final, lo único sobre lo que realmente podemos hacer algo es sobre nosotros mismos. Ser un ejemplo de los cambios que nos gustaría ver en los demás, en el mundo que nos rodea, es como cambiamos nuestro propio mundo y el mundo más amplio en el que vivimos.

Si quiero la paz, no basta con marchar por la paz, aunque eso no es malo. Pero exigir algo a los demás, al mundo, que yo mismo no practico es hipócrita. La paz proviene de practicar la paz, de manifestar la paz en mis interacciones con los demás, intentando en todas las circunstancias ser un canal para la paz.

Acción práctica: Piensa, ¿qué quiero más en mi vida, en el mundo? Ahora piensa, ¿cómo puedo empezar a manifestar eso en mí y en mi vida? Sé un ejemplo de paz, amor, alegría o cualquier cosa que sientas que tú o el mundo necesitan y/o quieren.

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