Recordad a Dios

Por Nayasuami Pushpa

Swami Kriyananda dijo: “Hay un punto que sobresale en mi multitud de dulces recuerdos, y es el hecho de que lo que le agradaba [al Maestro] siempre, por encima de todo lo demás, era la devoción, y un constante recuerdo interior de Dios. Las verdades filosóficas eran, para él, sólo vías para la expresión del amor divino. El buen trabajo sin devoción pudo haberle impresionado, pero nunca estremeció su corazón”.

No debemos pensar que somos nosotros los que buscamos a Dios. Él no está fuera de nosotros. No está separado de nosotros. Es el más cercano de los cercanos, el más querido de los queridos. Sólo tenemos que abrirle nuestro corazón. Él está siempre en el momento presente. Debemos llevarle siempre con nosotros, haciéndole partícipe tanto de nuestras victorias como de nuestros fracasos. Él quiere formar parte de nuestras vidas.

Yogananda compartió la enseñanza de los Vedas de que hay ocho aspectos de Dios: Luz, Amor, Paz, Calma, Sabiduría, Sonido, Poder y Alegría. Podemos ser más conscientes de Dios centrándonos en una de sus cualidades, sintiendo esa cualidad en nuestro interior y expandiéndola para que llegue a todo el mundo. Hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios, por lo que estas cualidades también forman parte innata de nosotros. Nos ayudan a conectar con Él, y también a sentirle como parte de nuestra propia naturaleza.

Un día, Krishna le dijo a Draupadi (que, en el Mahabharata, simboliza la energía kundalini): “¿Por qué no practicas la meditación yoga?”. “Me encantaría, Señor”, respondió Draupadi con seriedad, “pero ¿cómo puedo hacerlo? Cada vez que me siento a practicar las técnicas, ¡me absorbo tanto en Ti que olvido todo lo demás!”. Ante estas palabras, Krishna sólo sonrió, dichoso.

¡Que todos nos quedemos tan absortos!

 

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