by Nayaswami Pushpa
Una de las características de las personas exitosas es que están dispuestas a hacer las cosas que no les gusta hacer y que son esenciales para su éxito. No se rigen por sus gustos y aversiones. Están dispuestos a aceptar con ecuanimidad los desafíos que se les presenten.
Cuando me diagnosticaron la enfermedad de Parkinson en 2013, mi neurólogo me dio un consejo. Él dijo: “Habrá irregularidades en el camino. Recuerda: son solo destellos”. Fue un sabio consejo, porque “el camino” es El Camino, y hay destellos de varios tamaños a lo largo de El Camino diseñados para proporcionarnos oportunidades individuales para fortalecer nuestras debilidades.
Es como entrenar para un maratón. Tienes que ser lo suficientemente fuerte para poder llegar lejos, independientemente de los obstáculos inesperados que puedan surgir en el camino. No hay absolutamente ningún beneficio en lloriquear, cuando estás a mitad de camino, “¡Nadie me dijo que iba a ser tan difícil!”
No importa cuantas veces nos caemos, solo que nos levantamos una vez más de las que caemos. Solo tenemos que tomar los desafios con calma y perseverar. Como solía decir Lahiri Mahasaya: “¡Banat, banat, ban jai!” (“¡Haciendo, haciendo, por fin, hecho!”)
Antes de enfermarse gravemente, la hermana Gyanamata, la principal discípula de Yogananda, recibió este mensaje de Dios: “Soporta lo que te enviaré. Eso será suficiente. Estas palabras me han consolado muchas veces. Creo que Dios quiere que nos presentemos y hagamos nuestro mejor esfuerzo cada día, evaluemos nuestras acciones al final del día y agreguemos lo que hemos aprendido al esfuerzo de mañana. A él no le importa si nos desaliñamos y cansamos. Él espera con anhelo darnos la bienvenida a casa en su presencia amorosa.
