Reflexión personal de Nayaswami Pushpa
Mi madre era una mujer fuerte y tenaz. Cuando se proponía algo, no se rendía hasta lograr su objetivo. La perseverancia es una cualidad que ella modeló bien para mí, y ella fue un ejemplo del adagio de Swami Kriyananda: “Nunca digas que fallaste; di en cambio que aún no has tenido éxito”.
Cuando tenía poco más de cincuenta años, decidió que quería aprender a conducir. Tomó una serie de lecciones de manejo. Tuvo que aprender a conducir usando una palanca de cambios; y Gales, donde vivían mis padres, tenía colinas extremadamente empinadas. Sus dos áreas de dificultad fueron detenerse y comenzar en una colina empinada y hacer un giro de tres puntos.
La primera vez que tomó su examen, ¡no pasó!
Tomó más lecciones de manejo. La segunda vez que tomó su prueba, ¡ella no pasó!
Tomó más lecciones de manejo. La tercera vez que tomó su prueba, ¡ella no pasó!
Tomó más lecciones de conducción. La cuarta vez que tomó su prueba, ¡ella no pasó!
Tomó más lecciones de manejo. La quinta vez que tomó su prueba, ¡ella pasó!
Tenía 65 años cuando finalmente recibió su licencia. Le había llevado más de diez años. Amenazó con renunciar un par de veces, por frustración y vergüenza, pero siempre volvía a hacerlo. ¡Ella nunca se rindió! Ella era una luz muy brillante. Su ejemplo de fortaleza me ha servido mucho en mi vida y en el camino espiritual.
Oración
“Aunque las sirenas de la distracción me llamen a desviarme y relajar mi resuelta devoción, mantenme firme en el sendero, Señor. ¡La meta de mi vida eres Tú!”. –De Afirmaciones para la auto curación de Swami Kriyananda
Mensaje escrito por Nayaswami Pushpa en nombre de todos los que sirven Ananda en el mundo