por Nayaswami Diksha
“La atención de la mayoría de la gente se fija únicamente en la cura de las enfermedades corporales, porque éstas son muy tangibles. No se dan cuenta de que sus problemas mentales de miedo, desesperación, duelo, preocupación, ira violenta, falta de autocontrol (y su sufrimiento espiritual, por la ignorancia de la clave del misterio y el significado de la vida humana) son aún más importantes y abrumadores.
Si la mente está libre de las bacterias mentales de la ira, la preocupación, el miedo, etc. (y el alma está libre de la ignorancia) entonces no puede sobrevenir ninguna enfermedad o carencia material.” – Paramhansa Yogananda, Afirmaciones Científicas para la Autocuración, Crystal Clarity Publishers
La persona ordinaria sólo ve las partes confusas de la creación, pero cuando hay armonía interior, el alma conoce la armonía que recorre la creación.
Cuando una persona carece de armonía interior, también siente una falta de ella en el mundo. Una mente en caos encuentra caos a su alrededor. ¿Cómo puede uno saber cómo es la paz interior si nunca la ha probado? Sólo quien tiene paz interior puede permanecer en este estado incluso en medio de la discordia exterior.
Calma tu inquietud mental
Paramhansa Yogananda recomendaba empezar por aquietar la inquietud mental exterior y volver la mente hacia el interior. También recomendó meditar profundamente para armonizar nuestros pensamientos y deseos y conectar con la armonía inherente de nuestra alma. Entonces seremos capaces de ver la armonía subyacente en nuestras vidas y en la creación.
Durante la meditación, el yogui siente el poder de la concentración en el centro de la voluntad, en el punto entre las cejas, y también experimenta una sensación de paz completa en todo el cuerpo.
Cuando el yogui quiere quemar los pensamientos negativos y la desarmonía de las células cerebrales, debe dirigir ese poder de paz y concentración para que se sienta en todo el cerebro. De este modo, las células cerebrales se impregnan de paz y armonía.
Crear una mente pacífica y armoniosa
La armonía conserva la energía mental; la desarmonía la disipa. Si la mente es un campo de batalla de pensamientos que luchan contra pensamientos, se consume bastante energía que, en cambio, podría utilizarse para encontrar soluciones.
Si mantenemos la armonía del pensamiento, más poder tendremos. Si permitimos que fuerzas opuestas tiren de nosotros desde distintas direcciones, no podremos progresar. Debemos ser sabios y utilizar de forma constructiva la energía que Dios nos ha dado, tanto mental como físicamente, para practicar el arte de vivir en este mundo sin perder nuestra paz interior.
Pureza mental
La armonía nace del amor y la sabiduría y es el resultado de un corazón que es puro. Un corazón puro es el resultado de pensamientos puros. La pureza mental proviene de un proceso de discriminación, en el que uno separa los pensamientos buenos de los malos, rechazando los malos y deteniéndose siempre en los buenos.
Mediante la repetición y la acción, la discriminación se convierte en un hábito virtuoso. Cuando cesa la lucha mental de los pensamientos conflictivos, surge en la vida de uno una armonía tanto exterior como interior.
Paramhansa Yogananda nos asegura que la paz y la armonía pueden reinar en nuestro mundo, pero empieza por el individuo. El mundo interior de cada persona determina su felicidad o infelicidad y se expresa en el mundo exterior. La paz y la armonía son la naturaleza inherente de Dios y son Sus creaciones divinas.
Empieza por tu mente
Puedes quemar hasta las cenizas todos los pensamientos, deseos y emociones que no sean dignos de ser salvados. Antes de actuar para resolver un problema en la vida, usa la sabiduría y la discriminación y armonízalo en tu propia mente.
Siéntete a gusto contigo mismo
Encontraremos la armonía con los demás si empezamos a sentirnos en casa y a encontrar la armonía dentro de nosotros mismos.
Si una persona no se lleva bien con los demás, no se lleva bien consigo misma. Siempre está en guerra interior. Cuando la mente carece de armonía, no tiene paz, y sin paz, carece tanto de juicio como de sabiduría.
Cada ser humano es un alma, una expresión individualizada de Dios, destinada a ver la creación como lo hace Dios, a encontrar la armonía subyacente en medio de la desarmonía, y a mantener esa armonía dentro de uno mismo.
Sintonizar con la armonía cósmica
Paramhansa Yogananda explicó que la desarmonía surge de la ignorancia de la unidad divina, que es el corazón de Dios pulsando en todo lo que Él ha creado. Dios es el amor que fluye a través de los corazones bondadosos, y la dicha que se expresa como alegría en todas las almas. El amor y la tolerancia son esenciales para el crecimiento de la armonía. El amor nutre todas las cosas que crecen; armoniza y une.
Todas las almas humanas, el mundo, el universo entero, están sintonizados con la eterna armonía cósmica del amor. Libera cualquier pensamiento que no armonice con el amor y los ideales lícitos de Dios. Entonces, toda tu vida se inundará con la luz y la dicha de la armonía Divina.
Oración de Paz y Armonía
Esta es una oración de Yogananda para practicar cuando tengas dificultades con otra persona:
Visualiza a la persona en cuestión en la Luz Divina y luego reza desde tu corazón “Señor, llena a (nombre de la persona) de paz y armonía, paz y armonía”.
Repite esto diez veces. Luego visualízate a ti mismo en la luz divina y di “Señor, lléname de paz y armonía, paz y armonía”, tres veces.
Haz esto 5 veces al día. 3 o 4 veces puede funcionar, pero 5 veces prácticamente nunca falla.
