El Chal de Oro

El Chal de Oro

22 de diciembre de 2023

Muchos de los que leen este blog habrán escuchado la hermosa canción de Swami Kriyananda “El Chal de Oro (pulsa aquí para ver el enlace en inglés).” Pero pocos habrán oído el resto de la historia. Así me fue revelada en mi meditación.

Angélica, ese era el nombre de la niña, había estado deambulando sola y hambrienta por casi una semana. La anciana que la dejaba dormir en el almacén a cambio de sus servicios había muerto hacía poco, y su destartalada casa estaba cerrada y clausurada.

Esta noche, Nochebuena, seguramente había sido la más extraña de su joven vida. La noche anterior, tal vez por el hambre o por la soledad, la habían perturbado dos sueños extraños. En el primero, Jesús se apareció y le dijo que así como él había sido rechazado tres veces, ella también debía serlo. El segundo sueño fue más dulce, pero muy extraño.

Esa tarde había vagado por las calles desesperada por encontrar algún tipo de trabajo. El primer hombre al que le preguntó ni siquiera se había molestado en mirarla. El segundo había levantado su bastón para golpearla. Luego, mientras corría hacia la iglesia, el tercer hombre le había gritado muy enojado.

Cuando se había alejado aterrorizada, se topó con este niño pobre, incluso más joven y desesperado que ella, y le dio su chal. Entonces, llegó una brisa extraña y cálida, y el chal deshilachado se convirtió en oro.  

Ahora, mientras abrazaba al pobre niño, con la esperanza de darle algo de consuelo, aunque ella había recibido tan poco en su joven vida, una hermosa mujer se paró frente a ellos. Era como si estuviera tan llena de luz que su cuerpo no podía contenerla y se derramaba su alrededor. “Vengan conmigo, hijos míos. Porque yo también conozco el sufrimiento,” dijo la mujer.

Los llevó a una casa y les dijo que golpearan. Mientras se abría la puerta, una mujer se arrodilló, con lágrimas en sus ojos, y los abrazó contra su pecho. “Entren, entren,” susurró.

La siguieron agradecidos hasta una habitación cálida. Sobre la repisa de la chimenea había una estatua de la mujer que los había guiado hasta allí. Aún más sorprendente, había una foto del hombre con cabello largo, túnica naranja y ojos brillantes que había aparecido en su segundo sueño.

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“¿Quién es ese hombre?” preguntó la niña. “Él es mi Maestro,” respondió la mujer. Entonces Angélica le contó su sueño a la mujer: “Estaba sola y asustada, en un cuarto oscuro. Entonces vi un círculo de luz en el suelo que comenzó a extenderse, y ese hombre emergió del centro del mismo. Se arrodillo delante de mí y dijo con la voz más suave, ‘Si me abres tu corazón, puedo entrar y cuidar de ti.’ Cuando el sueño comenzó a retirarse, desperté repentinamente con una calidez resplandeciente en mi corazón.”

Si me abres tu corazón, puedo entrar y cuidar de ti.

La mujer comenzó a llorar. “Él apareció también en mi meditación, y me dijo, ‘He escuchado tus oraciones y he conocido tu dolor. Esta noche, tu corazón será sanado.’ Entonces, en una visión, los vi a ustedes dos tan claramente como los veo ahora.

“No tenía ni idea de qué hacer con esta extraña experiencia, pero cuando salí de mi meditación, sentí la necesidad de cocinar el banquete de Navidad favorito de mis dos hijos que murieron de gripe el año pasado. Pensé que era solo para mantener mi mente y mi corazón ocupados, pero ahora veo que tenía un propósito mucho más profundo.”

Luego, tomando a cada uno de los niños de la mano, los condujo a una mesa llena de alimentos que nunca habían probado.

“Comamos juntos esta noche, y si se quedan, comeremos juntos todas las noches mientras vivamos.”

En el amor de Cristo,

Nayaswami Jyotish

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