3 de mayo de 2018
Hace poco escuchamos un buen chiste. Un hombre y su pequeño nieto están comprando en un supermercado. El pequeño está haciendo un escándalo y quejándose, queriendo irse.
El abuelo dice, “Sé paciente, William. Solo tenemos que recoger dos cosas más y nos podremos ir.”
Unos momentos después, el nieto se está quejando nuevamente, y el abuelo dice, “Sólo falta encontrar una cosa, y luego nos podemos ir, William.”
Por último, están en la fila para la caja, y el niño todavía está comportándose mal, y haciendo una escena. El abuelo dice, “Ya casi terminamos, William. Solo tenemos que pagar y luego podremos ir al auto.”
Mientras se están yendo, una mujer se acerca al hombre y dice, “He estado observando lo paciente que es con su nieto William. Quiero felicitarlo por su bondad.”
El hombre responde, “Gracias, señora, pero no entendió bien. Yo soy William, el nombre de mi nieto es Harry.”
He contado este chiste varias veces, y siempre hace reír. Es una situación tan común que resuena con todos. Pero, como muchos chistes, tiene un lado más profundo.
Todos nos encontramos en situaciones que son desagradables, pero de las que no es fácil escapar. Podemos aprender de William como manejar esos momentos. Si dejamos que la frustración tome la delantera, llevará a la ira, que luego llevará al conflicto. Es un círculo negativo que se refuerza a sí mismo, que lo experimentan tanto los individuos como las naciones.
O, podemos romper el ciclo afirmando una cualidad positiva que neutraliza la energía negativa. Aquí, William está usando una suerte de afirmación simple, el mantra “Se paciente.” Paramhansa Yogananda habló repetidamente sobre la importancia de la positividad en el sendero espiritual. Hay tres simples pasos para un mayor autocontrol:
1) Controla el proceso reactivo. Intenta darte un poco de tiempo, incluso unos pocos segundos, antes de responder. Esos pocos segundos te dan el espacio para actuar en vez de reaccionar. Respira profundamente varias veces. Cuenta hasta diez. Repite una afirmación simple. Estira tu columna. Haz algo para ganar el espacio que necesites, y encontrarás que es mucho más fácil no ser arrastrado a una respuesta adversa, que sostendría un ciclo negativo.
2) Neutraliza la fuerza negativa que viene hacia ti con su opuesto positivo. El niño estaba impaciente, entonces el abuelo afirmo paciencia. Las afirmaciones funcionan porque el mundo está hecho de polaridades opuestas. Un pensamiento positivo crea un flujo de energía positivo en los circuitos neuronales del cerebro, lo que crea un magnetismo positivo, o campo de fuerza. Por supuesto que lo opuesto también es verdad, y la mayoría del tiempo la gente simplemente reacciona, reforzando el magnetismo negativo, lo que lleva al conflicto.
3) Comunica tu respuesta positiva. El abuelo no ignoró al niño, lo tranquilizó. Cuando te enfrentes con la negatividad, asegúrate de dejar saber a la otra persona que la has escuchado. Si no se enojará más y gritará más fuerte solo para estar segura de que tiene tu atención.
El punto central aquí es que tratar de hacer al mundo conforme a tus deseos sólo llevará a la frustración—es bastante difícil controlar nuestra propia conducta. Pero esa, mis amigos, es la tarea que nos fue asignada. El autocontrol es la vía rápida a la autorrealización del Ser.
En paciente gozo,
Nayaswami Jyotish
Pulse éste link para escuchar el audio de éste blog en inglés con voz de Nayaswami Jyotish:
Si desea conocer acerca de nuestros cursos pulse la siguiente imagen:
