26 de AbRIL de 2018
Imagina diecisiete mil tulipanes en una asombrosa variedad de formas, colores y tamaños, todos floreciendo en medio de las vastas vistas de las montañas de Sierra Nevada en California. Abril es el momento de “Springtime at Ananda (pulse aquí para ver el enlace en inglés),” el festival anual de tulipanes en los jardines del Crystal Hermitage, y vienen miles de espectadores de todo el estado para disfrutar de esta belleza superlativa.
Eres bienvenido aquí. Disfruta la belleza, y siente el rayo del gozo de Dios en tu corazón.
Estos jardines tienen una magia especial que atrae a la gente y la eleva. La delicada mezcla de colores y el imaginativo diseño del paisaje son sublimes. Y las flores mismas parecen entender que están sirviendo como canales de las bendiciones de Dios para todos los que vienen. En todas las tonalidades imaginables, las radiantes flores saludan gentilmente en la brisa como diciendo, “Eres bienvenido aquí. Disfruta la belleza, y siente el rayo del gozo de Dios en tu corazón.”
El sábado pasado, mientras caminábamos por los jardines, lo que nos impresionó todavía más que la variedad de flores fue la variedad de gente que había venido. Fue maravilloso ver la diversidad de religiones, razas, y nacionalidades disfrutando la hermosa exhibición natural.
Año tras año, a estos jardines vienen visitantes, trayendo a sus hijos, padres y amigos. El fin de semana pasado una familia llamó especialmente mi atención, una familia hispana multigeneracional: niños energéticos con ojos brillantes; abuelos pacientes, que se movían más despacio; y padres bulliciosos y organizativos, todos reunidos felizmente para disfrutar un picnic en este paraíso de paz y belleza.
El lugar que eligieron para comer fue una mesa en el patio exterior—una mesa en la que a menudo se sentaba Swami Kriyananda para descansar por las tardes durante sus paseos por el jardín. Me inundaron tantos recuerdos de momentos felices y preciosos, de ratos que pasé con Swamiji en esta mesa.
Pensando en las familias hispanas que ahora viven en Estados Unidos con miedo a ser deportadas y separadas, mi corazón se llenó de gozo al ver sus rostros felices. Interiormente pensé, “Swamiji, has creado un pequeño oasis de paz para esta familia en tu mesa.” Y sentí su sonrisa en mi corazón como respuesta.
Estos jardines son un microcosmos de la belleza natural que brilla en todos por igual. La lluvia, el sol, el viento, las nubes, los árboles, y las flores—toda la naturaleza—son expresiones del amor y la gracia de Dios brillando sin límites sobre todos Sus hijos. Son mensajeros para despertarnos a nuestra unidad con toda la gente, con toda vida, y por último, con Dios.
Porque incluso la belleza de los jardines del Crystal Hermitage es solo un tenue reflejo del jardín divino del reino de Dios. Como escribió Paramhansa Yogananda en sus Whispers from Eternity (Susurrus de Eternidad). Pulse aquí para ver el enlace en inglés):
“¡Oh Flor Fragante! Envíanos el aroma del amor, para inspirarnos siempre en Tu búsqueda con el deseo de subir aún más alto en la estratosfera de la realización divina. Que los sueños con Tu jardín perfecto, más allá de todo espacio y tiempo—¡pero siempre cerca de nosotros, en nuestros corazones!—aceleren el viaje de nuestras almas y sacien nuestra sed en Ti.”
Que todos encontremos ese jardín sagrado y oculto de belleza divina en nuestro interior.
Tu amiga en Dios,
Nayaswami Devi
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