Reflexión sobre el contentamiento

Recientemente me encontré en una situación en la que estaba teniendo una actitud problemática simplemente por el hecho de querer serlo. Me estaba aferrando a algo que quería, no porque realmente lo quisiera, sino simplemente para “ganar” una discusión. ¡Estaba de un humor mal intencionado!

Para escapar conscientemente de esta mentalidad contractiva, comencé a meditar con alegría en mi corazón. Cuando terminé la meditación me sentía más ligera y expansiva, y tuve un momento de “ah ha”. No había principios en juego, solo el orgullo de mi ego: mis preferencias.

Una vez fui capaz de ver la situación objetivamente, seguí adelante y elegí una actitud diferente: una de expansión y contentamiento, libre de las cadenas limitantes de lo que me gusta y lo que no me gusta. Durante la semana siguiente observé mis interacciones con amigos. Cuando observé egos obstinados saliendo a jugar y elegí discernir la verdad, inmediatamente vi a las almas escondidas detrás del engaño temporal del ego.

Cuando podemos caminar por la vida de esta manera, trascendemos el drama. Aprendemos a vivir con la actitud correcta, con la sabiduría de nuestra naturaleza eterna, y así alcanzamos la virtud suprema del contentamiento.

— Escrito por Gayatri Regester

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