Si no fue una Coincidencia ¿Qué fue?

31 de Julio de 2020

Un amigo nuestro recientemente nos contó un chiste: “Un hombre llegaba tarde a una reunión importante de trabajo y estaba buscando frenéticamente un lugar para estacionar. Aunque era ateo, gritó con desesperación, “Dios, si Tú me encuentras un lugar para estacionar, creeré en Ti.”

Justo en ese momento milagrosamente se abrió un espacio en frente del edificio donde tenía la reunión. Mientras el hombre estacionaba rápidamente, dijo: “Dios, no te preocupes, ya encontré el lugar para estacionar.”

A menudo, cuando nos llega alguna oportunidad inesperadamente, aparentemente por casualidad, no nos damos cuenta de que Dios estaba moviendo los hilos detrás de la escena. Cuando pensamos, “Qué suerte tuve,” o “Me esforcé mucho para hacer que eso sucediera,” no entendemos que, “Las coincidencias,” como bien se dijo: “son la forma en que Dios se mantiene anónimo.”

Las coincidencias se presentan en una variedad de formas. Aquí describo algunas de ellas, cada una ilustrada con un ejemplo de la vida real, que nos ayuda a dirigir nuestra mirada más allá del regalo, hacia el Dador.

Primero, un consejo práctico que llega justo en el momento que lo necesitas.

A mediados de los años 70 en Ananda Village estábamos construyendo un edificio para nuestras oficinas centrales y para la imprenta. A Swami Kriyananda le vino la idea clara de cómo sería el edificio e hizo un dibujo en lápiz, en un pequeño trozo de papel.

Las paredes eran sencillas, pero el techo era complejo, con una doble curva que se movía tanto hacia arriba como hacia afuera, como un ave en vuelo. Sin planos detallados que guiaran a nuestros constructores, cuando llegaron al techo, no estaba seguros de cómo construirlo.

Así fue como Swami Kriyananda relató esta historia: “Se sentaron, meditaron y oraron por ayuda. Finalmente, al no recibir guía, como esperaban, se levantaron y se prepararon para dejar el trabajo. Justo en ese momento, apareció un auto, un hombre bajó de él, les dijo que era un contratista de Santa Bárbara, que está a cientos de kilómetros de distancia y les pregunto si necesitaban ayuda.  Los hombres explicaron su dilema.

“Han tenido mucha suerte que apareciera aquí,” dijo el contratista. “¡Probablemente soy el único hombre en California que sabe la técnica especial que necesita este trabajo!”

Hoy este edificio sigue en pie como un testimonio de la intervención Divina. (Puedes verlo en la foto)

Este es un ejemplo de una “coincidencia” que llegó en forma de protección.

Swami Kriyananda estaba dando algunas clases en Sacramento, California y Shivani y yo habíamos ido a ayudar. Un amigo de Swami se ofreció a llevarnos de nuevo a Ananda Village, de modo que partimos con el Dr. Runnels al volante, Kriyananda en el asiento al lado del conductor y Shivani y yo atrás.

Había mucho tráfico y se movía rápido, dos carriles llenos de autos en cada dirección. Justamente delante de nosotros había un auto que tenía un remolque con una plataforma llena de maquinaria pesada.

Swami y su amigo estaban conversando amigablemente, cuando en un momento Swami vio que el remolque comenzaba a tambalearse. “El enganche de ese tráiler parece inestable,” dijo. “Pongámonos frente al auto que está delante nuestro.”

Justo cuando cambiamos de carril y nos detuvimos junto al otro auto, el enganche se rompió. El remolque comenzó a girar fuera de control detrás de nosotros provocando un gran choque en cadena. Nos quedamos sentados en silencio conmocionados, dándonos cuenta de que apenas nos salvamos de estar en un accidente terrible. Nadie habló durante el resto del camino a casa, absortos pensando en lo que acababa de suceder.

Por último, está la “coincidencia” de cómo llegan a nuestras vidas una guía e inspiración más elevadas.

¡Cuántas veces hemos oído a la gente contar su historia de cómo encontró el libro de “Autobiografía de un Yogui”! Nos han contado cosas como: “Un día apareció sobre la mesa de mi sala,” o “Me lo dio un desconocido inesperadamente.” Puede ser que piensen que sucedio de “casualidad,” en vez de que la Gracia Divina está operando en estos incidentes, porque todavía no se dan cuenta de lo cerca que Dios está de nosotros.

Swami Kriyananda escribe en su autobiografía, El Nuevo Sendero: “La gente a menudo piensa que el sufrimiento de la humanidad es una prueba de que Dios no existe, o de que a Él no le importan Sus hijos humanos. [o de que nos esta castigando. (N.T.)]

La respuesta de Paramhansa Yogananda a esa acusación fue que la gente no se preocupa lo suficiente por Dios, como para sintonizarse con Su ayuda.”

La próxima vez que llegue a tu vida una ayuda o protección inesperada, en vez de decir, “¡Qué coincidencia!” di de corazón “Gracias, Dios.”

Con gratitud,

Nayaswami Devi

Comentarios cerrados.