Reflexiones de Nayaswami Pushpa
El tema “Devoción” del mensaje de Gracias a Dios de este mes fue un desafío para mi. Luché con este tema durante semanas ya que mi devoción ha disminuido un poco últimamente. Además, normalmente no me describiría como devocional; Me inclino más hacia la introspección. Cuanto más afirmaba la devoción, menos confiada me sentía. Investigué muchos libros, videos y charlas sobre el tema. Pero cuando inserté mis hallazgos en la carta, el resultado fue una mezcolanza caótica de las ideas de otras personas.
Así que empecé de nuevo. Empecé reconociendo todas las cosas por las que estaba agradecida; resultó que había muchas. Basado en eso, escribí una carta de agradecimiento a Dios. Entonces me fui a dormir. ¡Me desperté con algunas ideas nuevas! Mis hermanas monásticas oraron conmigo por claridad e inspiración. Después de meditar, surgieron más ideas y pude escribir el mensaje de Gracias a Dios.
Una cosa asombrosa sucedió después de que escribí el primer borrador. Cuando miré las fotos del Maestro, en cada una de ellas me sonreía. No pude evitar devolverle la sonrisa. Sentí una conexión tan fuerte. Un buen amigo me dijo que me escuchaba como una persona diferente al día anterior. Me di cuenta de que había estado de espaldas a Dios, así que lo primero que hice fue darme la vuelta y mirarlo de frente. Detuve el pensamiento negativo y el ensimismamiento. Entonces me ofrecí en servicio. Cuando invertí mi energía en la devoción, sentí un amor abundante que fluía a través y alrededor de mí. ¡Y aprendí de esta experiencia que la devoción está muy viva dentro de mí!
