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10 de diciembre 2015

En nuestro reciente viaje a la India, se produjo un gran cambio en nuestras vidas. Con el tiempo compartiremos algunas de nuestras experiencias allí, pero una de las transformaciones internas que se produjeron, y por la que estamos muy agradecidos, es un fuerte deseo de meditaciones más largas y profundas. Esta gracia comenzó durante nuestro retiro en el Himalaya, y ha continuado en nuestro regreso a Ananda Village.

Esta mañana, sin embargo, cuando comencé a prepararme para la meditación, una sombra de desgano entró en mi mente, y surgió este pensamiento: “¿Realmente tengo que hacer esto todas las mañanas?”

Después, sentí una poderosa respuesta dentro de mi: “No estás haciendo esto para ti, sino por el bien de otros. Las personas de devoción necesitan enviar vibraciones de paz y amor al mundo.”

Paramhansa Yogananda en el banquete de Navidad de 1951.

Paramhansa Yogananda en el banquete de Navidad de 1951.

Paramhansa Yogananda dijo que durante la temporada de Navidad las vibraciones de la consciencia universal de Cristo, son especialmente fuertes en la tierra, y más accesibles a aquellos que son receptivos. Este hecho no depende de si te consideras Cristiano o no.

La consciencia de Cristo (conocido en la India como Kutastha Chaitanya o Consciencia de Krishna) es parte de la estructura misma de la creación y de todas las almas. Se puede sentir como amor incondicional y perdón, unidad con todas las personas, y una experiencia de la presencia de Dios en todo.

En este momento, las voces de odio, violencia, división e ignorancia están gritando tan fuerte que parecen ahogar el canto sencillo de la voz de Dios en nuestra alma. Ahora es el momento para que las personas de fe en todas las religiones defiendan la buena voluntad y la justicia, y las ofrezcan al mundo.

Si eres Cristiano, llena tu consciencia con el perdón y la fraternidad; si eres Judio, con la sabiduría y la compasión; Musulmán, con la idea de que un solo Dios nos bendice y nos une a todos; Budista, con bendiciones para todos los seres sensibles; Hindú, sintiendo la presencia de Dios en todas las cosas; o un yogui, en esa unión que se extiende con el amor divino.

Estos son dos regalos que puedes ofrecer al mundo:

1) Orar y meditar hasta que sientas el toque divino de la paz o el amor dentro de ti. A continuación, envía conscientemente estas vibraciones al mundo, tanto a través de la oración como de todas tus interacciones a lo largo del día.

2) Deja que la voz del Amor Divino en tu corazón se exprese de cualquier manera que Dios ponga a tu disposición. No es suficiente sacudir tristemente nuestras cabezas cuando personas hostiles vociferan y despiertan emociones negativas en otras personas. Debemos contrarrestar activamente esta energía con una consciencia más elevada.

Recuerda estas palabras de nuestro gurú durante esta temporada de Navidad:

“Mentalmente me uniré en la adoración de todas las mezquitas, iglesias y templos; y percibiré el nacimiento de la consciencia universal del Cristo, como la paz en el altar de todos los corazones devocionales.

Oh Cristo, que el nacimiento de Tu amor se sienta en todos los corazones esta Navidad, y todos los días.”

Unida a ti en el amor universal de Cristo,

Nayaswami Devi

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