Caminando El Nuevo Sendero

Caminando El Nuevo Sendero

8 de septiembre de 2023

“Quiero ser tu discípulo.” Hace setenta y cinco años, el 12 de septiembre de 1948, un joven se arrodilló ante Paramhansa Yogananda (pulsa aquí para ver el enlace en inglés), y dijo estas palabras con intenso anhelo. Fue el comienzo de un viaje que cambió su vida, y por extensión, la nuestra, y las vidas de millones de personas en todo el mundo.

Porque el joven aspirante era Swami Kriyananda (entonces James Donald Walters), y el Maestro lo aceptó como discípulo en ese primer encuentro. Swamiji continuó sirviendo la misión de Yoganandaji—compartiendo sus enseñanzas, espíritu, amor y dicha—por el resto de su vida hasta su fallecimiento en 2013.

Una de las formas más inspiradoras y poderosas de Swamiji para compartir con los demás fue a través de su libro, El Nuevo Sendero. Aunque tiene forma autobiográfica, el objetivo principal del libro es mostrar la grandeza espiritual de Yogananda, y cómo guio a sus discípulos hacia la unión con Dios.

Aquí están las palabras iniciales del primer capítulo (pulsa aquí para ver el enlace en inglés):

Hay momentos en que un ser humano, aunque quizás no sea extraordinario en sí mismo, se encuentra con alguna persona o evento extraordinario que infunde un gran significado a su vida. Mi propia vida fue bendecida con tal encuentro hace más de sesenta años, en 1948.

Si alguien me hubiese sugerido antes de esa reunión que tanto resplandor, dicha dinámica, humildad pura, y amor se pueden encontrar en un solo ser humano, yo hubiese respondido—aunque tal vez con un suspiro de pesar—que tal perfección no es alcanzable por el hombre. Y si alguien me hubiese sugerido, además, que en esta era científica han ocurrido milagros divinos, me hubiese reído abiertamente. Porque en esos días, orgulloso como estaba de mi “sabiduría” intelectual del sigo XX, me burlaba incluso de los milagros de la Biblia.

Ya no. He visto cosas que se burlaban de la burla misma. Ahora sé por experiencia personal que en la Tierra ocurren maravillas divinas. Y creo que se está acercando el momento en que innumerables hombres y mujeres ya no dudarán de Dios, como tampoco dudan del aire que respiran.

Cuando Swamiji lo estaba escribiendo, a menudo invitaba a los residentes de Ananda Village para escucharlo leer cada nuevo capítulo, recién salido de la máquina de escribir. Sin embargo, si esperábamos solo escucharlo pasivamente, pronto descubrimos que Swamiji tenía otra idea en mente.

Después de que había terminado de leer, nos preguntaba, “¿Qué opinan? ¿Tienen algún comentario o sugerencia?”

Al principio, como éramos nuevos devotos, ninguno tuvo la audacia de aventurar una respuesta. Pero Swamiji quería nuestra opinión, así que siguió adelante hasta que alguno levantaba su mano y comenzaba una discusión. En parte, creo, fue para ver si lo que lo que había escrito estaba claro para el lector.

Sin embargo, había algo más. Swamiji sabía que para nosotros no era suficiente solo escuchar pasivamente las enseñanzas espirituales: necesitábamos pensar y hablar sobre ellas, cuestionarlas, y hacerlas nuestras.

Lo que el Maestro trajo al mundo en este momento es una expresión nueva y dinámica de la religión. Para crecer espiritualmente, se necesita más de nosotros que simplemente ir a la iglesia y escuchar a un ministro dar un sermón. Debemos emprender el viaje nosotros mismos, y hacer todo lo posible por comprender las enseñanzas y vivirlas.

Éste es el legado de la vida de Swamiji: la búsqueda de la verdad y la sintonía con el gurú. Nos mostró cómo caminar “el nuevo sendero” nosotros mismos y nos inspiró a compartir sus bendiciones con todos.

Con profunda gratitud por los Grandes que nos muestran el camino,

Nayaswami Devi