Trabajando para Dios

15 de Noviembre de 2019

 Nuestro tiempo en India se está acercando rápidamente a su fin. Esta mañana durante nuestra caminata diaria, Devi me preguntó, “¿Qué ha sido para ti lo más importante de este viaje?” Sin dudar respondí, “Es el sentimiento de que no hemos estado haciendo nada. Dios lo está haciendo todo.”

Estamos viajando desde mediados de agosto y, cuando regresemos a nuestro hogar en Ananda Village, habremos estado viajado más de cien días. Durante ese tiempo hemos impartido docenas de clases, satsangs, reuniones y hemos sido invitados a muchos tés y comidas. Con una agenda como la nuestra, si hubiésemos permitido que se deslice el pensamiento de “tenemos que hacer todo esto,” ahora estaríamos exhaustos. Pero regresamos llenos de energía e inspiración.

El cuerpo puede cansarse un poco de vez en cuando, pero la mente y el espíritu se sienten cansados solo si resistimos el flujo de la energía de Dios. Cuando te aferras al pensamiento de que estás trabajando para Dios o el Gurú, entonces descubres que Dios y los Gurús están trabajando para ti. Durante este viaje hemos presenciado, muchas bendiciones y aparentes milagros, que nunca iniciamos. Dios quiso que se hiciese, Él lo hizo, y nosotros participamos en el espectáculo como testigos maravillados.

Hay algunos beneficios muy prácticos de darse cuenta de que Dios es el Hacedor:

Estamos a gusto en todos lados. Hemos estado alrededor del mundo visitando muchos lugares, pero siempre nos encontramos como en casa.

Estamos empezando a disfrutar con todo el mundo. Me siento más y más como Will Rodgers, el humorista estadounidense que dijo, “Nunca conocí a un hombre que no me gustase.” Cuando eres amigo de Dios, eres amigo de todas Sus manifestaciones. Incluso si hay una situación difícil, hay una sensación de desapego y de “disfrutar del espectáculo.” Cuando no estamos de acuerdo con la conducta de alguien, eso no significa que tengamos que cerrar nuestros corazones al él o ella. El amor lo cura todo.

Dios se ocupa de los detalles. Dado que simplemente estamos tratando de dar, la gente nos da a nosotros. Ya casi no necesitamos ocuparnos de los detalles.

Dios se ocupa de las finanzas. Hemos dado nuestras vidas y bienes a Dios, y ahora comprobamos a regularmente, que la Madre Divina se está ocupando de nosotros. A menudo ayudamos a otros económicamente, pero no da la impresión de que estemos regalando dinero, ya que siempre regresa a nosotros, e incluso aún más de lo que damos. Nos ha tomado algunos años tener realmente fe, en que lo que necesitamos nos será dado, pero con esa fe llega una profunda sensación de liberación de la preocupación.

 

Lo más importante, Dios parece muy cercano. Swami Kriyananda a menudo citaba un pasaje del Bhagavad Guita. Aryuna se desanima con las luchas que le esperan, que representan las batallas interiores que todos debemos pelear contra nuestros hábitos y tendencias negativos. Krishna comienza a consolarlo y aconsejarlo y, en uno de los pasajes más dulces del Guita, lo describe, “como sonriendo…” Swamiji dijo que requiere tiempo ganarse la sonrisa de Dios, pero cuando la sentimos en nuestro corazón, vale más que todas las riquezas en el mundo.

En el gozo de Dios,

Nayaswami Jyotish

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