Reflexión sobre el perdón

Mi primer año en Ananda, como el de muchos, fue un proceso de liberación del vínculo con aquellas cosas que ya no estaban sirviendo a mi nueva vida como yogui. Necesitaba despertar el amor en mi corazón.

Al mirarme interiormente, me di cuenta de que gran parte de mi dolor provenía de emociones no resueltas con personas que en el pasado me habían lastimado. Durante mucho tiempo elegí sentir ira y frustración, y esa elección solo me hundió en la amargura y la depresión. Necesitaba despertar el amor en mi corazón.

Durante meses tuve la determinación de orar por estas personas, pero aun me sentía herida. Teniendo un premavatar (“encarnación del amor divino”) como mi Gurú, oré y le pedí que amara a los demás a través de mí. Después de un año de orar de esta manera, sentí amor y perdón en mi corazón, un amor que me sacó del sufrimiento y me cambió. El cambio vino de mi reconocimiento de que el alma va más allá del individuo, más allá de la historia a la que me había aferrado durante tantos años. En esa sabiduría solo sentí compasión y comprensión, y me regocijé con la expansión de mi corazón.

Cada uno de nosotros está aquí en esta Tierra para aprender de nuestras lecciones y karma. Cuanto más podamos ver nuestras almas como chispas de lo Divino, más allá del drama, más podremos ir por la vida con el corazón abierto. Un corazón capaz de sentir compasión, por ejemplo, cuando sentimos que otros se han descarriado, ofreciendo bondad y amistad y el deseo sincero de puedan retornar a la Luz.

Gayatri Regester

Comentarios cerrados.