Padre Celestial, Madre Divina, Amigo, Amado Dios, Jesucristo, Babaji-Krishna, Lahiri Mahasaya, Swami Sri Yukteswar, Paramhansa Yogananda, me inclino ante todos vosotros.
Madre Divina, vengo ante Ti hoy, habiendo buscado por mucho tiempo Tu luz eterna, reflexionado por mucho tiempo sobre las verdades eternas, seguido por mucho tiempo el camino sinuoso que conduce a Ti. He caminado con mi propia fuerza, muy pocas veces con la Tuya. He caminado con el pensamiento: “Quiero esto de la vida; estas respuestas; esa guía; este camino, o aquel otro”, pero he visto que, tantas veces como he reclamado a la vida, me ha eludido. Tan a menudo como he presumido de Tu voluntad, me ha dado la espalda.
Ah, demasiado tiempo, Madre, Te he buscado por mí mismo, no por Tu amor. Ahora sé que, sin tu fuerza añadida a la mía, infundiéndola, nunca te encontraré. Tuyo es el poder, la gracia, la gloria infinita.
Con fe amorosa te busco ahora a través del rayo de tu luz que me has ofrecido. Subiré a Ti no sólo por mi poder, sino por el poder de tu infinito amor. Soy tuyo, Madre, sé eternamente mía.
