Nuestro Verdadero Valor

Nuestro Verdadero Valor

13 de enero de 2023

En los primeros años después de que Swami Kriyananda comenzara Ananda nos visitaron varios swamis de la India. La mayoría no eran muy conocidos y viajaban solos sin ningún séquito, pero traían consigo la auténtica espiritualidad de la India. Tal vez fue la forma en que Yoganandaji ayudó a imbuir nuestras vidas, y la obra de Ananda para el futuro, con profundas vibraciones espirituales.

Uno de estos swamis dijo algo en respuesta a una pregunta que le hice que tuvo un impacto duradero en mi vida. Le pregunté, “¿Cómo desarrollas la clase de dedicación que te permite permanecer en el camino espiritual durante toda tu vida?”

Su respuesta me desconcertó en ese momento, y a lo largo de los años he tratado de comprender su significado más profundo. Simplemente respondió, “No te compares con los demás.” Eso fue todo.

Nunca nos habíamos visto antes, así que su respuesta no podía haber estado basada en ver algo en mi comportamiento. Pero las almas elevadas tienen un profundo sentido de la intuición que les permite penetrar hasta el corazón de las cosas. Con el tiempo pude ver cómo su respuesta había dado en el blanco.

Vi cómo la mayor parte de mi entrenamiento en la vida fue encontrar mi valor comparando mi desempeño con el de los demás. “¿Soy mejor que mis compañeros de clase?” “¿Cuánto mejor?” “¿Soy la mejor?” eran preguntas que pasaban por mi mente. Quería hacerlo bien en la escuela y en el trabajo, pero mi único indicador para juzgar mi valor era comparar mi desempeño con los demás. Este tipo de pensamiento puede llevarte a la cima de tu clase o trabajo, pero tiene sus limitaciones en nuestro crecimiento espiritual.

Recientemente leí un artículo de un psicólogo acerca de algo llamado “Teoría de Orientación al Objetivo.” De acuerdo con esto, hay dos clases de objetivos: 1) “objetivos orientados al desempeño,” también llamados “objetivos del ego” (no lo estoy inventando), y 2) “objetivos orientados a la maestría,” también llamados “objetivos de aprendizaje.”

Con los “objetivos orientados al desempeño,” tratamos de mostrar a los demás lo bien que lo estamos haciendo y nos preocupa cómo nos juzgan. Con los “objetivos orientados a la maestría,” buscamos desafíos y tratamos de superar las dificultades, y nuestra principal preocupación es la superación personal.

Esta distinción psicológica refleja lo mismo que me dijo el Swami hace años. Al compararnos con los demás, nos quedamos en un mundo de humo y espejos en el que todo lo que vemos son reflejos distorsionados de quiénes somos realmente. Al buscar desafíos interiores y crecimiento personal, avanzamos hacia la maestría de nosotros mismos, donde radica nuestro verdadero valor. Y en la realización final de nuestra unidad con Dios encontramos verdaderamente lo único que vale la pena lograr en la vida.

En su libro Visitas a los Santos de la India (pulsa aquí para ver el enlace en inglés), Swami Kriyananda escribió sobre un santo que había visitado en 1960 llamado Yogui Ramiah, o Sri Rama Yogui. Yoganandaji lo había visitado previamente durante su viaje de regreso a la India en 1936, y dijo que era un maestro completamente liberado.

Swamiji escribió, “Encontré a Sri Rama Yogui extremadamente retraído por naturaleza, escondiendo su gloria espiritual con el deseo de evitar la búsqueda de curiosidad.” Vivía en un pequeño pueblo al sur de la India, con solo unos pocos discípulos ancianos a su alrededor. Al sentir su estado elevado de consciencia, Swamiji le preguntó por qué no tenía una obra más pública a través de la cual podría ayudar a mucha gente.

Sri Rama Yogi simplemente respondió, “Dios ha hecho lo que Él quiere hacer con este cuerpo.” Él podía dejar de lado la expresión más baja de la voluntad propia por el valor más elevado de hacer solo la voluntad de Dios.

Entonces, ¿cuál es nuestro verdadero valor? No es lo que los demás piensan de nosotros, o incluso lo que podemos lograr en este mundo. Está en la verdad de que Dios es la única realidad detrás de todo lo que hacemos y somos.

Yoganandaji lo expresó hermosamente con estas palabras (pulsa aquí para ver el enlace en inglés): “Amado Señor, enséñame a sentir que Tú eres el único poder activador, y que en reconocerte a Ti como el Hacedor reside el valor de todas las experiencias de mi vida.”

Y recuerda, a los ojos de Dios todos somos “el mejor.”

Tu amiga en Dios,

Nayaswami Devi

 

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