Muchas Manos Hicieron un Templo

26 de Julio de 2019

Había varios cientos de nosotros en el círculo de apertura, tomándonos las manos y cantando. Nos habíamos reunido, no solo aquellos que viven en Ananda Village (pulse aquí para ver el enlace en inglés), sino también gente de todo el mundo, para ayudar a preparar el Templo de la Luz para los cientos de personas que pronto estarían visitándolo. Este fue solo el último de innumerables días de trabajo voluntario a los que he asistido con los años. Los días de trabajo grupales son una de las principales razones por las cuales Ananda Village se ha elevado del lodo y el polvo de sus primeros años hasta el lugar de belleza e inspiración que es hoy.

Un medio ambiente no es sino la expresión física de la consciencia de la gente que vive en él. Los problemas climáticos a los que nos enfrentamos hoy día, son la reacción de la naturaleza a la codicia y explotación que tanto prevalecen hoy en el mundo. Hay una cita reveladora del Dalai Lama que dice: “La gente debería ser amada y las cosas deberían ser usadas. Desafortunadamente hoy las cosas son amadas y la gente es usada.”

Yo agregaría que cuando son amadas las cosas correctas—incluyendo a la tierra y todas sus criaturas, grandes y pequeñas—ocurre la verdadera magia. Esa magia es la que fue sentida por los cientos de personas que participaron en la celebración de nuestro 50 aniversario. Para muchos, fue la semana más inspiradora de sus vidas.

Los grandes maestros nos instan, primero que nada, a amar a Dios y luego a amarlo a Él en toda la creación. El amor debería ser el centro de nuestra meditación y debería derramarse desde allí hacia todas nuestras actividades diarias. Cuando nuestros pensamientos, palabras y acciones proceden con y por el amor de Dios, entonces cada hora se vuelve sagrada.

Pero servir y meditar juntos es todavía más divertido. Yogananda dijo, “Prefiero un alma antes que una multitud, pero amo las multitudes de almas.” Cuando multitudes de devotos unen sus manos para lograr algo hermoso para Dios, caen lluvias de bendiciones de los cielos.

Cualquier cosa que demos a Dios, se convierte en oro. Rabindranath Tagore escribió acerca de un pordiosero que estaba sentado junto a un camino polvoriento y vio al rey acercándose con su séquito. Extendió su mano ansiosamente para recibir limosnas. Pero se sorprendió y enfureció cuando el rey mismo le pidió algo. ¿Qué disparate es este? pensó. Con resentimiento, le dio al rey un solo grano de arroz. Esa noche, cuando vació su bolso, encontró allí una sola pieza de oro en forma de grano de arroz, y enseguida se dio cuenta de qué significaba. “Si solo,” se reprochó amargamente, “hubiese tenido el valor de darle a Él todo lo que tenía.”

Ananda ha sido construida y continuará creciendo por gente que ofrece su amor, servicio, y devoción. Y todo se ha convertido en oro. Estoy seguro de que los miles que dieron sin reservas a esta obra maravillosa les dirán que han ganado mucho más que lo que dieron.

Los invitamos, también, a que se nos unan en esta gran aventura. Por primera vez, les estamos pidiendo a ustedes, nuestros queridos lectores, que hagan una donación (pulse aquí para ver el enlace en inglés) en retribución por lo que han recibido de estos blogs, que se han estado dando libre y gozosamente por más de seis años. Su donación será usada para ayudar a hacer del Templo de la Luz un faro de esperanza para todo el mundo.

Unamos todos nuestras manos y hagamos del Templo de la Luz un milagro que será un centro para difundir luz y dicha al mundo.

En la Dicha,

Nayaswami Jyotish

 

Para conocer más acerca del Templo de la Luz, visite Ananda.org/temple (pulse aquí para ver el enlace en inglés).

 

Si no pudiste participar en vivo de la inspirativa semana de celebración de los 50 años puedes ver la grabación con traducción simultánea cuando lo desees pulsando la siguiente imagen:

 

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