Luz pura

El 21 de abril del 2014 se cumple el primer aniversario de cuando Swami Kriyananda dejó su cuerpo. Recientemente alguien nos preguntó como ha sido este período, tanto para Ananda como para nosotros personalmente. La pregunta me dió la oportunidad para reflexionar sobre lo que hemos vivido y experimentado en estos doce meses.

El legado que Swami Kriyananda dejó, tiene aspectos externos e internos.  El aspecto externo fue expresado en su liderazgo espiritual, ahora reflejado en el crecimiento dinámico y expansivo de Ananda. Este año, Jyotish y yo hemos tenido la oportunidad de visitar prácticamente todas nuestras comunidades: en Asis, Italia, India, México y en los Estados Unidos. En todas partes hemos visto un espíritu creciente de dedicación a nuestro Gurú y compromiso de servir a los demás como se refleja en muchos de los nuevos proyectos creativos que estamos haciendo. Pero también hay un aspecto interno de la herencia de Swamiji: su magnetismo espiritual. Hemos hablado con muchas personas en este año, algunas de las cuales nunca conocieron a Swamiji, que han soñado con él y les llenaron de bendiciones. Otros nos han dicho que han sentido su presencia amorosa con más fuerza en sus vidas ahora que él no esta en su cuerpo.

Recientemente hemos escuchado la historia de una mujer que empezó a ir a clases de meditación de Ananda. El 21 de abril tuvieron la presentación de la película sobre Ananda: “Encontrando la Felicidad.” Esta persona se emocionó mucho hacia el final de la película, cuando Swami estaba bendiciendo a Juliet. En ese momento sintió fuertemente que Swami iba dejar su cuerpo. Esto fue sobre las 19hr y Swami dejo su cuerpo a las 23hrs (hora de California) en Italia. A los pocos días tuvo que ir a urgencias con un dolor numero 10 (10 es el máximo en la escala de dolor). Después de seis horas de intenso dolor, recordó lo que había aprendió en las clases de meditación y lo puso en practica. La primera respiración era como si la cortaran en dos. Poco a poco se relajó hasta el punto de poder subir la energía al ojo espiritual, en ese momento vio aparecer la cara de Swami que le sonrió y el dolor desapareció totalmente. Hay muchas historias como estas que podríamos contar.

Para nosotros personalmente, este año ha sido como la maduración de la amistad divina, y una apreciación profunda por su constante interés en nuestro bienestar espiritual. Nuestra relación con él se ha convertido, paradójicamente, más impersonal y personal al mismo tiempo: más impersonal en el sentido de que puedo sentir que su amor por todos nosotros nunca fue a un nivel humano. Y más personal por su esfuerzo continuo que nos ofrece para ayudar a cada uno de nosotros a través de la maraña de nuestro karma individual para encontrar nuestra libertad en Dios.

Hace unas semanas estábamos dando el servicio dominical en nuestra comunidad en Sacramento. En la pared de la parte posterior del local había dos fotos grandes, una era de uno de los maestros y la otra de Swamiji. Mientras miraba la foto de Swamiji, un haz de luz de una ventana iluminó su rostro. A continuación, el haz se trasladó y brillaba en la pared blanca al lado de su foto. Me vino la idea: “Eso es en lo que te has convertido Swamiji, en luz pura.” También parecía que el Maestro estaba expresando las palabras de una de las canciones de Swamiji: “Este es mi Hijo, que me ha complacido. Nada de sí mismo queda, solamente luz pura.” Esa luz esta con nosotros ahora y siempre, especialmente cuando nos acercamos a ella.

¡Que todos seamos uno con esa Luz!

Nayaswami Devi

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