22 de Julio de 2016
A menudo la gente nos pregunta, “¿Por qué has seguido el camino espiritual toda tu vida?” Hay muchas respuestas a esta pregunta, pero la más importante es: “Me aporta libertad interior.” Con esto quiero decir, la libertad de cambiar patrones negativos de los cuales he sido presa; libertad para responder con calma y amabilidad incluso cuando otros están enojados o me desafían; y, simplemente, la libertad para disfrutar de lo que la vida trae.
Todos hemos pasado por momentos dolorosos cuando nos miramos en el espejo y nos damos cuenta de que en realidad hemos sido la causa de muchos de los problemas en nuestra vida. Swami Kriyananda dio buenos consejos para esos momentos: “Cuando ves una falta dentro de ti mismo, no desesperes, sino regocíjate. Ella ha estado allí todo el tiempo, pero ahora que la has visto, puedes empezar a trabajar para modificarla.”
¿Cuáles son algunas de las herramientas espirituales que nos ayudan a liberarnos de nuestros patrones kármicos?
El karma es simplemente la energía generada por los pensamientos o acciones del pasado que hemos puesto en una dirección determinada. Esta comprensión nos brinda un entendimiento de los patrones subconscientes que controlan nuestro comportamiento, y la capacidad de dirigir el flujo de energía en una dirección positiva. Con conciencia y determinación, reemplaza un patrón negativo con uno positivo.
Si, por ejemplo, has criticado a los demás, en su momento, atraerás críticas hacia ti, utiliza tu fuerza de voluntad para ofrecer aceptación y apoyo a todo el mundo. Aunque el barco de guerra de nuestro karma cambie su curso lentamente, con el tiempo se establecerá una nueva dirección, llevándonos ahora en dirección al mar abierto de la libertad.
Utiliza afirmaciones y, con profunda concentración, repítalas a menudo para cambiar los patrones crónicos de pensamiento. Encuentra una oración o afirmación apropiada para un karma específico, en el cual estés trabajando, y hazla tu compañera constante. Por ejemplo, si tienes una cierta adicción a las comidas, utilizar estas palabras de Paramhansa Yogananda cada vez que sientas la tentación: “Hoy voy a elevarme por encima de la consciencia de los alimentos y sabré que vivo en la paz del silencio puro. Alimentaré mi alma constantemente con el maná divino de la paz.”
Se paciente: Cuanto más profundo es el karma, más largo será el tiempo necesario para cambiarlo. El Maestro recomienda no desentierres constantemente las semillas espirituales que estás sembrando para ver si han germinando. Deja que crezcan a su propio ritmo para convertirse en plantas fuertes.
Dale el problema a Dios, en la meditación y la oración. Hace algunos años me enfrentaba a una prueba que me estaba causando mucho dolor. Sin importar cuánto esfuerzo hacía para liberarme de las garras de esta bestia kármica, ella me confrontaba tenazmente todos los días. Finalmente fui a Swami Kriyananda para pedirle su consejo para ver cómo liberarme de ella.
Con sabiduría y amor, dijo, “Todo lo que estás haciendo es bueno, pero en última instancia es la gracia de Dios la que nos libera de nuestro karma.”
De sus palabras entendí que nuestros esfuerzos sinceros y el deseo de ser libres atraen la gracia que nos dará la liberación. Tenemos que hacer nuestra pequeña parte, y entonces Dios interviene y desata los nudos del karma que nos han mantenido atados.
Y así sucedió en mi caso. A pesar de que tomó algunos años, al final el karma se disolvió, de una forma inesperada que no podía haber imaginado, bella y profundamente satisfactoria.
A través de la gracia de Dios y del Guru, deseo que podamos encontrar la libertad de todas las limitaciones.
Nayaswami Devi
