Lecciones Aprendidas, Lecciones Revisadas

14 de Julio de 2016

Fueron muy pocas las veces que Swami Kriyananda me corrigió enfáticamente. En aquel momento, pensé que él estaba disgustado conmigo, pero después me di cuenta de que ésto no era realmente cierto. Más bien era que yo necesitaba algo lo suficientemente fuerte para romper cualquier resistencia que podría haber tenido. Aquí comparto una historia acerca de una de esas ocasiones.

Fue a finales de 1970. Swami Kriyananda había sido invitado a dar una conferencia en la ciudad de Nueva York. Una vez allí, él quería devolver la visita a Swami Satchidananda, que había visitado Ananda en los primeros años de vida de la comunidad. Swamiji y yo permanecimos en el apartamento de Manhattan de un amigo.

Una tarde, recibí una llamada telefónica de uno de nuestros miembros, un contratista, en Ananda Village. La carpintería era uno de los pocos trabajos más remunerables, por lo que un buen número de nuestros miembros trabajaban en este oficio. El contratista llamó para decir que estaban teniendo un momento muy difícil económicamente, y con mucha emoción negativa, se quejaba de que el “liderazgo” (refiriéndose principalmente a Swamiji y a mi,) no estaba a favor de él o, en general, de los que hacían este negocio. Probablemente me sentí identificado con su angustia, ya que Devi y yo, con un bebé, estábamos luchando económicamente también. En cualquier caso, yo a su vez, relaté la conversación a Swami Kriyananda con una buena cantidad de agitación.

Nayaswami Jyotish y Swami Kriyananda

Nayaswami Jyotish y Swami Kriyananda

Me miró y dijo con firmeza: “Estoy haciendo todo lo que puedo. Los demás también tienen que asumir la responsabilidad de su parte en este trabajo.” Luego, se fué a su habitación y cerró la puerta, y no salió por el resto de la tarde. A la mañana siguiente, yo había entrado en razón y me disculpé por mi comportamiento de la noche anterior. Swami dijo simplemente, “Bien. Tenías que pedir disculpas.” Después de eso, el incidente nunca más fue mencionado ni hubo indicio alguno en su comportamiento de que algo siquiera había sucedido. Para mí, fueron muchas las lecciones sobre cómo comportarse cuando hay un posible conflicto. Aquí hay algunas de ellas:

  •     Mantente centrado: La comunicación no funciona si te encuentras en un estado emocional negativo. Cuando estás en calma y centrado puedes hablar, de lo contrario discutirás.
  •     No reacciones: Swamiji no me devolvió negatividad. Él declaró su verdad de forma sencilla y rápida y sin actitud defensiva.
  •     Sé amoroso: Él nunca dejó de transmitir su amor y apoyo, durante o después del incidente.
  •     Sé un ejemplo: Él no me dijo cómo comportarme, sino que modeló el comportamiento correcto para mí. La acción es mejor maestra que las palabras.
  •     Se capaz de discernir: Él me vio como un alma y, si bien corrigió mi comportamiento, nunca me dijo que yo era negativo.
  •     Termina: Una vez que acepté la lección, nunca se volvió a mencionar.

La vida es una escuela. Aprendí mucho en ese momento, y aún más al revisar los hechos en la calma desapasionada de la distancia. Se profundamente agradecido cuando tus lecciones se presentan con claridad y con fuerza. Acepta tus pruebas, aprende tus lecciones, y sigue adelante.

En amistad divina,

Nayaswami Jyotish

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