La Presencia Protectora de Dios

06 de agosto 2015

“¿A alguno de ustedes le gustaría acompañarme a acampar en el Monte Shasta?” Una mañana y con su característico entusiasmo y alegría, Suami Kriyananda extendió esta invitación a un pequeño grupo. Suamiji había sido invitado a dar una charla en una ciudad cercana a Shasta y decidió combinarlo con unas cortas vacaciones.

shasta-3Shasta es una hermosa montaña en el norte de California, que se eleva majestuosamente a 4.267 metros sobre la llanura circundante. Siendo una montaña aislada, Shasta está rodeada de muchas leyendas e historias de maestros ascendidos que viven en su interior. (El comentario de Paramhansa Yogananda sobre el Monte Shasta fué:
“No hay maestros viviendo allí.” Luego agregó algo curioso: “Ha habido colonos pero no maestros.”)

Todos aceptamos la invitación de Suamiji, y la reputación del Monte Shasta por su misterio, hizo la propuesta aún más tentadora. Una mañana, mientras estábamos caminando por un sendero que conduce a la cumbre, vimos un par de mariposas monarca flotando sobre las corrientes de aire. (Después nos enteramos de que las mariposas monarcas ponen sus huevos en la vegetación del Monte Shasta. La salida anual de las mariposas de sus crisálidas coincidió ese año con el día de nuestra caminata.)

Al principio estábamos encantados de ver estas hermosas criaturas flotar a nuestro alrededor, pero a medida que comenzaron a crecer en número, nuestro deleite se tornó en consternación. Nos parecía que era cada vez más difícil caminar por esa densidad sin dañarlas.

Suamiji iba a la cabeza, y al mirar hacia arriba para ver lo que debíamos hacer, vi algo extraordinario: Suami estaba proyectando un halo de luz alrededor de nuestro grupo, que nos permitía avanzar hacia adelante mientras las miles de mariposas se apartaban para dejarnos pasar. Fue una experiencia inolvidable en contraste a otra caminata que hicimos unos años más tarde.

Esta vez nos encontrábamos en San Francisco, donde Suamiji estaba dando una serie de clases durante el verano de 1979. Después de terminar las clases, decidió celebrarlo con una cena y una película, a la que invitó a todos aquellos que habíamos estado ayudándolo. Al salir del cine, una escena perturbadora nos esperaba: era sábado por la noche, estábamos en una parte de San Francisco lleno de delincuencia y nuestros autos estaban estacionados lejos.

Una vez más Suamiji tomó la delantera, pero esta vez no a través de hermosas mariposas, sino a través de vendedores de droga y escenas de sufrimiento. Con la misma energía espiritual, él creó un aura de luz a nuestro alrededor que nos protegía y parecía apartar la oscuridad de nuestro camino. Llegamos a los coches sin ningún incidente. Fue otra experiencia que permanece viva en mi memoria.

A medida que avanzas por la vida, te encontrarás a veces con situaciones inesperadas y desconcertantes. Ya sea que estés rodeado de belleza y maravillas, o de oscuridad y miedo, envuélvete  de forma consciente con la luz de Dios.

Y recuerda estas palabras de Paramhansa Yogananda: “Enséñame a sentir que estoy siempre envuelto en la aureola de Tu omnipresencia que todo lo protege: en el nacimiento, en el dolor, en la alegría, en la actividad, en la meditación, en la ignorancia, en las pruebas, en la muerte, y en la emancipación final.”

Con alegría,
Nayasuami Devi

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Spiritual eye joy 2 inchNota: Yogananda dió nuevas definiciones a conceptos tradicionales. Por ejemplo, a Dios lo definió como: “Alegría Siempre Nueva”

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