La Bondad: Fundamento de la vida espiritual

Autor: Paramhansa Yogananda

Cada ser humano es un medio a través del cual fluye el magnetismo de Dios. No obstruyas ese poder con la falta de bondad. Para acercarte a Dios, debes ser bondadoso y cariñoso con todos. Aquellos que llenan sus corazones de falta de amabilidad nunca podrán aprender a amar a Dios. El amor a Dios se ahoga cuando la falta de amabilidad vibra en el templo del cuerpo. 

Las palabras poco amables, pronunciadas en un arrebato de emoción, son como un incendio que se extiende por el bosque de la amistad, quemando todas las plantas verdes del trato cortés y los pensamientos comprensivos.  Destierra para siempre las palabras poco amables y protege tu vida de la invasión de los problemas y las separaciones repentinas. 

La bondad de corazón es liberadora. Cuando experimentas una profunda bondad en tu corazón, estás en paz interiormente y ves todo como parte de Dios. Aceptas todas las cosas sin juzgarlas, y miras con amabilidad y simpatía a todos, por muy equivocados que estén. Sé siempre amable con los demás para que puedas aprender el arte de ser amable contigo mismo. 

Cómo superar la falta de bondad  

Si sufres la indigestión de la falta de bondad, bebe la medicina de la dulzura. Si te decides a cambiar, empieza por decir palabras sinceras y amables a aquellos con los que has sido injustamente duro. Hazte atractivo vistiendo el fino ropaje de un lenguaje genuinamente cortés. Para ser amable, no es necesario estar de acuerdo en todo, pero si no estás de acuerdo, mantén siempre la calma y la cortesía. Es una debilidad humana enfadarse y regañar, pero muestra una fuerza divina ser capaz de sujetar las riendas de los corceles salvajes de tu temperamento y tu discurso. No importa cuál sea la provocación, con un silencio calmado, o con auténticas palabras amables, muestra que tu amabilidad es más poderosa que la falta de bondad en la otra persona. 

Dos elementos esenciales en la interacción humana son la cortesía y el respeto. Estas cualidades, como el aceite lubricante, hacen que la maquinaria de las relaciones humanas funcione sin problemas. El enfrentamiento hipócrita o airado siempre deja un residuo de vibraciones negativas, incluso cuando los motivos son sólidos, y aunque el disgusto esté justificado. 

Nunca expreses tus sentimientos emocionalmente, sino que trata de ser caritativo. La caridad es el camino de Dios. Si te encuentras en desacuerdo con alguien, preocúpate tanto por los sentimientos de esa persona como por los tuyos. Reflexiona que los demás, también, y probablemente, están haciendo lo mejor que pueden, según su propio entendimiento. Con un poco de bondad por tu parte, quizá puedas llegar a algún tipo de acuerdo. 

Practica la bondad en las relaciones familiares 

La verdadera felicidad familiar tiene sus cimientos en el altar de la comprensión y las palabras amables. Cuando aprendas a ser cortés con tus familiares más cercanos, entonces serás autoáticamente amable con todas las personas. 

Recuerda que el matrimonio es un laboratorio en el que las prisiones del egoísmo, el mal humor y el mal comportamiento deben ser transformadas por el poder del amor, la bondad y el buen comportamiento continuo. Se ha dicho que un hombre quiere a una mujer - hasta que está seguro de ella. Una esposa le dijo a su indiferente marido: "Querido, ¿por qué me traías chocolates y flores y me colmabas de atenciones antes de nuestro matrimonio, y ahora no me das nada?". 

El marido, con un cigarro en la boca, miró fríamente a su mujer y le contestó: "¡Pues no lo sabes! ¿Quién crees que está tan loco como para dar de comer al pez después de pescarlo?"

Lo anterior es una filosofía muy mala, pues el marido indiferente enfría el cálido afecto de la esposa y la esposa desatenta vuelve insensible al marido. La cortesía al recordar los cumpleaños, y otros días importantes, y revivir viejos recuerdos de afecto, deben continuar durante toda la vida. Una pequeña flor teñida de afecto, o una palabra perfumada de amabilidad, pueden hacer mucho para remendar viejas heridas. Ponte primero tu mejor traje de bondad y comportamiento adecuado con tu pareja y tus hijos. Practica primero la amabilidad en casa y te ganarás a todos con tu aura magnética de bondad. 

Padres e hijos deben evitar siempre la familiaridad indebida. Deben basar su relación en la amabilidad y el amor, no en la fuerza o la autoridad. El verdadero amor desinteresado se desarrolla en el altar del amor familiar. Si los padres comprenden que la relación con sus hijos no es fortuita, sino que se debe a un plan divino, ayudarán con su amabilidad a que el amor divino crezca y se expanda en el corazón de sus hijos durante su formación terrenal. 

Ser un amigo cósmico 

Sólo una persona bondadosa, sabia y perfectamente equilibrada está en condiciones de decir a los demás sus defectos. Una persona así no juzga ni castiga cruelmente a su hermano, sino que critica, si es necesario, sólo con amor. Las palabras amables y sinceras, pronunciadas con amor, han disipado muchas penas y han elevado muchos corazones con la luz de la alegría duradera. La voluntad de afrontar la verdad sobre uno mismo ablanda el corazón y lo llena finalmente de bondad hacia todos. 

Hacer felices a los demás mediante la bondad de la palabra y la sinceridad del consejo correcto es un signo de verdadera grandeza. Las palabras amables son néctar para las almas sedientas. Da bondad y amor, y la bondad y el amor te serán devueltos. Sé un amigo cósmico, imbuido de bondad y afecto por toda la creación de Dios, esparciendo amor por todas partes. 

Un sentimiento bondadoso en el corazón 

Las vibraciones del pensamiento son tan poderosas que, si vives en el mismo edificio con personas que tienen pensamientos equivocados, te afectarán si no eres lo suficientemente fuerte para protegerte. Algunas personas vibran con nerviosismo. Algunas personas no tienen voluntad y, en cuanto las conoces, percibes que no tienen carácter. Algunas personas vibran bondad y, si eres lo suficientemente sensible, las amas inmediatamente. Estas vibraciones son eternas y dejan marcas permanentes en ti. 

En relación con las personas, ¿cómo sabes si recibes buenas o malas vibraciones de ellas? Tu capacidad de juzgar las vibraciones depende del sentimiento de tu corazón. Para ser capaz de reconocer las diferencias vibratorias, debes mantener en todo momento un sentimiento muy amable en tu corazón, un sentimiento absolutamente ausente de prejuicios. Un sentimiento amable puede juzgar las vibraciones mejor que toda la inteligencia del mundo. 

La bondad de Dios 

Cuando Jesús dijo: "Padre, te doy gracias porque me has escuchado", nos enseña que la bondad del padre humano es un reflejo de la bondad del Padre Celestial. La gente rara vez se da cuenta de la frecuencia con que Dios atiende sus oraciones. Él no es parcial con unos pocos, sino que escucha a todos los que se acercan a Él con confianza. Debes tener una fe incondicional en la bondad amorosa de tu Padre Omnipresente. Si tus pensamientos son de Dios, si son amables, serviciales y espiritualmente expansivos, Él te elevará en su amor y alegría. 

El ideal yóguico es practicar la meditación y llevar una vida de autodisciplina, servicio y bondad activa hacia todos. Tu cuerpo es el templo del Dios vivo. Por eso debes purificar tu cuerpo y tu mente mediante una vida correcta y pensamientos bondadosos. Con cada meditación, y con cada bondad y buena acción, la consciencia divina impregnará tu ser, y sabrás que Dios está siempre contigo. 

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