¿Qué es la humildad y por qué es tan importante? ¿Cómo se logra la humildad?
Swami Kriyananda enseñó: “La humildad no es auto-humillación; es el olvido de sí mismo, que conduce a la auto trascendencia “. La humildad no es mansa y apacible, sino la comprensión de que Dios actúa a través de cada uno de nosotros. Cuanto más nos damos cuenta de esto, más poder de Dios podemos conseguir. Tenemos dentro de nosotros el poder del universo; y la clave para acceder a él no es asumir que es solo nuestro poder. Siempre que hacemos eso, instantáneamente nos limitamos y quizás experimentemos fatiga, falta de creatividad, apego y actitudes defensivas y posesivas. Pero cuando nos entregamos de todo corazón a Dios, y cuando le preguntamos: “¿Qué quieres hacer a través de mí?” invitamos a su presencia a todo lo que hacemos. Yogananda le dijo a su principal discípulo, Rajarshi Janakananda, “Nunca olvides de dónde viene tu poder”.
¿Cómo vemos a Dios como el hacedor?
Al entregar nuestra vida, con la conciencia de que nada nos pertenece: cualquier don o habilidad que tenemos viene de Dios. Cuanto más podamos entregar nuestro ego y vivir en esta verdad, más libres seremos.
Elogiado una vez por su humildad, Yogananda respondió con hermosa sencillez: “¿Cómo puede haber humildad, cuando no hay conciencia de sí mismo?” Yogananda era una ventana clara a través de la cual podía brillar la luz del Infinito.
Cuanto más podamos aferrarnos al pensamiento, “Dios es el Hacedor”, más trascenderemos el ego. Y a través de nuestras prácticas espirituales diarias (Kriya Yoga, meditación, servicio divino y actitud correcta) podemos eliminar todo lo que nos impide reflejar, con humildad y gratitud, la conciencia infinita de Dios.
Mensaje escrito por Gayatri Regester en nombre de todos los que sirven Ananda en el mundo.
