¿Existe Satán?

17 de Agosto de 2017

Paramhansa Yogananda dijo una vez, “Yo solía pensar que Satán era sólo un invento humano, pero ahora sé, y agrego mi testimonio al de todos lo que estuvieron antes que yo, que Satán es una realidad. Él es un fuerza universal y consciente, cuyo único objetivo es mantener a todos los seres atados a la rueda del engaño.”

Para entender mejor su declaración, considérala a la luz de otra que hizo: “Todos los pensamientos vibran eternamente en el cosmos… Los pensamientos están enraizados universalmente, no individualmente.”

Lo que Yoganandaji está diciendo es que hay pensamientos universales, tanto positivos como negativos, que vibran a través del universo como ondas de radio. Está en nosotros discernir cuidadosamente y elegir cuáles de ellos queremos que influencien nuestras vidas.

Recuerda que tanto las fuerzas positivas como las negativas tienen su propio magnetismo que conscientemente nos eleva hacia la libertad divina, o nos hace descender hacia el engaño y el sufrimiento. Satán tiene una bolsa con trucos sutiles que pueden ser muy efectivos para atraparnos hasta que entendemos su juego.

Aquí están algunas de sus estrategias, y tácticas para contrarrestarlas que podemos utilizar para estar libres del poder de la negatividad:

1) Satán nos convence de que no existe. Si no nos damos cuenta de que hay una fuerza consciente que nos tira hacia abajo, deambularemos desprevenidos por peligrosos campos minados de “bombas kármicas,” hábitos negativos del pasado. Necesitamos estar vigilantes y conscientes de dónde hemos sido atrapados en el pasado, y ejercer la fuerza de voluntad para resistir. La gente que ha lidiado con adicciones de cualquier tipo sabe por experiencia que el pensamiento “Sólo un pequeño trago [o mentira, o un poco de chisme] no me hará daño” es el primer paso hacia abajo en la pendiente resbaladiza hacia la esclavitud constante. Reconoce a tu enemigo y resiste con fuerza de voluntad y discernimiento.

2) Satán hace que nos menospreciemos a nosotros mismos. Recientemente, alguien le dijo a un amigo mío, “Soy un meditador terrible.” Trata de no mantener  ningún pensamiento negativo acerca de ti mismo. Esto sólo debilita tu fuerza de voluntad y tu motivación para mejorar. Es cierto que todos tenemos cosas que necesitamos cambiar, pero no te identifiques con tus errores o imperfecciones. Mírate a ti mismo como un hijo de Dios, que está trabajando hacia la libertad del alma. Siempre recuerda tu verdadero potencial: un ser radiante unido con Dios.

3) Satán nos hace pensar que podemos esconderle a Dios nuestros errores. Pero si erigimos un muro interior para evitar que la luz de Dios brille sobre nuestros errores, sólo construiremos una prisión que nos atrapa en una celda pequeña y oscura. No tengas miedo de darle todo a Dios. Derriba esos muros que rodean tu corazón, y permite que el perdón, la compasión y el amor de Dios brillen sobre él. Así es como comienza la sanación en todos los niveles.

 

 

Toda alma en la creación debe pelear la batalla interior a la cual ha sido llamada.

 

Por último, recuerda que la bondad de Dios y su constante protección están siempre fluyendo a través de ti, como señales de radio. Toda alma en la creación debe pelear la batalla interior a la cual ha sido llamada, pero la victoria final en este mundo de dualidad siempre pertenece a Dios.

En amistad divina,

Nayaswami Devi

 

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