Estrategias de Escape

Estrategias de Escape

 26 de febrero de 2021

 “TÚ ESTÁS AQUÍ” está escrito en el cartel con letras negritas, cerca de una brillante X roja. Una línea de flechas lleva desde la X, mostrando la ruta de escape que lleva fuera del edificio en caso de incendio. Cada habitación de hotel en la que nos hemos alojado tiene un cartel adherido del lado interior de la puerta, y aunque yo nunca analicé uno con cuidado, es un alivio saber que están allí.

En nuestro desarrollo espiritual, podemos empezar a buscar una clase distinta de estrategia de escape. Paramhansa Yogananda habló de la “monotonía angustiante” que llega cuando nos damos cuenta de que hemos estado atrapados por mucho tiempo en un mundo donde no se puede encontrar la verdadera felicidad. Entonces comenzamos a buscar formas de escapar del sufrimiento para siempre, y para esto necesitamos más que uno de esos carteles. La verdadera salida se encuentra a través de la guía de Dios o de uno de Sus hijos iluminados—uno que está libre del engaño.

Estoy leyendo un libro inspirador: Una Diosa Entre Nosotros (pulse aquí para ver el enlace en inglés), de Swami Mangalananda, acerca de la vida de una gran santa del siglo veinte,  Anandamayi Ma. El libro contiene una historia de una de las jóvenes discípulas de Ma, y de cómo la santa la ayudó a escapar de los confines de este mundo.

 

La joven una vez estaba parada en la fila para recibir la bendición de Ma cuando concluyó un satsang. La salud de Ma en ese momento era bastante pobre, y sus asistentes habían formado una guardia estrecha alrededor de ella para evitar que la gente tocase sus pies. Cuando la discípula estaba parada en la fila, sintió un anhelo intenso de tocar los pies de Ma, y comenzó a orar mentalmente para recibir esta bendición.

Anandamayi Ma. (Con agradecimiento a anandamayi.org.)

Cuando llegó su turno y se paró delante de Ma, de repente sintió que “el tiempo se había detenido,” y ella estaba con Ma en un mundo completamente privado. No había ningún sonido, y ella veía solo a la santa, que extendió su pie hacia ella. Arrodillándose, la chica llevó amorosamente el pie de Ma hacia su frente en reverencia. Luego, mientras se ponía de pie, el ruido y los asistentes regresaron. La joven continuó, dándose cuenta de que nadie más había sido testigo de este momento mágico en que ella había “robado” ese toque sagrado.

Una historia todavía más dramática relacionada con esto viene de la vida del gran místico y santo español del siglo dieciséis, Juan de la Cruz. Junto con su mentora mayor,  St. Teresa de Ávila, él buscó reformar la Orden de las Carmelitas a su pureza original, que se había perdido con el tiempo.

Sus esfuerzos para reformar encontraron una fiera oposición de los poderosos líderes de la iglesia, y en 1577 Juan fue arrestado, puesto en prisión, y torturado. Mantenido en una pequeña celda, que no era más que un espacio entre dos paredes, fue sujeto a frecuentes azotes públicos y a pasar hambre. Esto continuó durante siete meses.

Finalmente, en la oscuridad de una noche, en su celda apareció una gran luz, y Cristo se paró delante de él. Las paredes de la celda parecieron derretirse, y él se escapó silenciosamente. Aunque estaba débil y dolorido por el duro tratamiento, pudo llegar a uno de los conventos de St. Teresa, donde fue protegido y cuidado hasta recuperar la salud. Luego recibió protección del Papa, que le dio permiso para fundar y liderar una nueva orden monástica.

Amigos, si sienten que los problemas de la vida los encierran, y sus estrategias de escape conducen a callejones sin salida, recuerden buscar ayuda de Dios y de los grandes santos. Solo a través de ellos podemos encontrar la libertad del alma que estamos buscando.

Swami Kriyananda compuso una maravillosa canción infantil (pulse aquí para ver el video en inglés) cuya letra es:

Nada en el mundo puede detenerme;
Elévate, Oh alma mía, en libertad.
Nada en el mundo puede detenerme;
Elévate, Oh alma mía, en libertad.

Elévate, Oh alma mía, en libertad:

No hay nada más que temer.
Elévate, Oh alma mía, en libertad.
No hay nada más que temer.

Que tu búsqueda de la libertad interior sea realizada.

Nayaswami Devi

 

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