6 de Noviembre, 2014
En nuestra última carta, Devi escribió sobre el karma y el libre albedrío. Me gustaría desarrollar otro aspecto de esta fascinante pregunta.
Una vez, durante un Satsang, se le preguntó a Swami Kriyananda, “¿Cuánto de lo que nos sucede está determinado por nuestro karma?” Su respuesta trajo un grito de asombro de la audiencia, “Prácticamente todo está predeterminado, incluso la elección de la camisa que se han puesto esta mañana.“
Aunque en realidad nadie habló en voz alta, se podía sentir la reacción del público: “¡Eso es injusto! ¿No tengo ninguna libertad de elección?“
La respuesta a esta pregunta es complicada y depende casi enteramente de cómo definimos al “Yo.” Si pensamos en nosotros mismos como el ego (el alma unida a este cuerpo y a la personalidad), entonces tenemos poco libre albedrío. Pero el alma, libre de ego, tiene una gran libertad. La siguiente ilustración puede ser útil:
Recientemente soñé que caminaba en el Himalaya, sin duda, porque visitaremos la cueva de Babaji en unos días. En este sueño, uno de los personajes “me representaba a mí mismo.” Este personaje se movió a través del tiempo y el espacio del mundo de los sueños e interactuó con otros personajes. Al igual que en este mundo, había una clara sensación de que éste actor era “yo”, y todos los demás eran, bueno, “los demás.” Cuando me desperté me di cuenta, por supuesto, de que el sueño, las montañas, y todo los personajes eran simplemente las creaciones de mi propia mente.
Entonces, ¿qué sucedería si ese sueño “yo” de repente exigiera tener libre albedrío, y quisiera cambiar el color de su camisa, o caminar por delante de uno de los otros actores de ensueño, o estar solo? ¿Es su falta de libre albedrío injusta? En realidad no, porque en otro nivel, siendo el creador del sueño, yo estaba en control. De manera semejante, la libertad de elección en esta vida pertenece a tu verdadero yo – tu alma despierta, en lugar del ego soñando.
Si el propósito de la vida es despertar del sueño de Maya, ¿realmente queremos que el limitado ego esté en control? ¿No es mejor ceder alegremente el control al alma, permitiéndole atraer las lecciones kármicas que la ayudarán a liberarse? Todo el drama de la vida es, como dijo Paramhansa Yogananda, “para nuestra educación y entretenimiento.” Y luego añadió con ironía: “Pero qué pocos son bien educados o entretenidos.”
A pesar de que nuestras condiciones son determinadas en gran medida por el karma pasado, la forma en que (el alma actuando como el ego) reaccionamos ante nuestras circunstancias es muy importante. Reacciones superconcientes tales como la gratitud, el amor y el perdón nos liberan, mientras que las reacciones centradas en el ego crean más esclavitud. Gyanamata, la discípula más avanzada de Yogananda, se enfrentó una vez a una difícil prueba. Cuando ella le preguntó a Dios cuál es la oración que Él escucharía, la respuesta fue: “No cambies ninguna circunstancia de mi vida. Cámbiame a mí.“
Hacia la libertad del alma,
Nayaswami Jyotish
