En Amistad Divina

12 de marzo 2015

chennai-book-signing-jyotish-and-devi1Una recopilación de nuestros blogs acaba de ser publicada en la India en forma de libro, titulado Un Rayo de Luz: Viviendo las enseñanzas de Paramhansa Yogananda. Al viajar de ciudad en ciudad para ofrecer programas, hemos estado “lanzando” el libro después de nuestra charla con una ceremonia sencilla: nos trean una copia del libro atada con una cinta brillante, que cortamos o desatamos, y luego la entregamos a un dignatario. Al final del programa, los libros están a la venta, y muchos de los asistentes nos piden que firmemos su copia. Por lo general, escribimos “En amistad divina” encima de nuestras firmas. Este es también el cierre que Suami Kriyananda usaba para terminar sus cartas. Amistad divina es, en un sentido muy real, la vibración del núcleo de Ananda Sangha.

Hay dos diferencias principales entre la amistad divina y humana. La primera es que lo Divino, al no tener ego, no tiene fronteras. No hay un “mejor amigo”, ni nadie es excluido del cálido abrazo de amor, nadie. Cuando nuestra nieta, Riley, tenía unos 10 años de edad, sus dos mejores amigas discutieron y cada una de ellas exigieron a Riley que se “enemistara” con la otra. Ella se negó a hacerlo. No estando dispuesta a elegir entre ellas, se encontró almorzando sola cada día hasta que la pequeña riña se disipó.

El amor humano puede ser divisivo, pero lo Divino nunca nos pide que seamos excluyentes. De hecho, es todo lo contrario, porque Dios requiere que demos amor a todos. Como Paramhansa Yogananda escribió en su poema Samadhi, “Cada gorrión, cada grano de arena, nunca están fuera de mi vista.” No necesitamos sentir amor por los actos ignorantes de la gente, pero sí necesitamos amarlos a ellos – al alma.

En segundo lugar, la amistad divina es impersonal. Una vez Suami Kriyananda le dijo a Devi, “Nadie es especial para mí. Ni siquiera yo soy especial para mí. “Al principio esto puede parecer un poco frío, pero al entenderlo más profundamente, se torna más cálido. Ser “especial” es una cualidad del ego que separa. Cuando nada está separado, todo se vuelve especial: cada persona; cada rey o mendigo; cada flor, ya sea rosa o malezas. Debido a que Suami Kriyananda no ponía límites a su amistad, mucha gente, incluso aquellos que lo vieron sólo en raras ocasiones, sentían que él era su amigo más querido.

“Los veo a todos como imágenes de luz”, Paramhansa Yogananda dijo una vez a un grupo de discípulos. “Todo – la hierba, los árboles, los arbustos – todo lo que veo está hecho de luz. ¡No tienen idea de lo hermoso que es todo esto!” Mantengamos este pensamiento en nuestros corazones. No tenemos idea de lo hermoso que cada uno de nosotros es para lo Divino. Y compartamos ese precioso regalo lo mejor que nos sea posible. Veamos la belleza innata de todo y de todos. Entonces, el mundo entero se convertirá en nuestro amigo.

En amistad divina,

Nayasuami Jyotish

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