24 de Agosto de 2017
Hoy, mientras escribo esto, hay un eclipse total de sol. Es un evento raro que ocurre cuando la luna pasa directamente entre la tierra y el sol. Aunque la luna es cientos de veces más pequeña que el sol, el tamaño aparente de los dos cuerpos parece el mismo debido a que la luna está mucho más cerca de la tierra. Durante un eclipse total solo es visible la corona, el borde exterior intensamente caliente del sol. Normalmente esto no se puede ver, pero es como si la Madre Divina quisiera darnos una demostración ocasional de la precisión de Su universo.
El Eclipse Solar de 2017.
Aunque este evento es muy interesante para los científicos, astrólogos y observadores, yo estoy más interesado en su simbolismo espiritual. La luna a menudo se considera que representa nuestra naturaleza oculta y emocional, mientras que el sol representa la fuerza vital que fluye hacia el exterior. Paramhansa Yogananda, en una declaración asombrosa, dijo que el sol físico es el símbolo de nuestro ojo espiritual. Las implicaciones son vastas, queriendo decir que la totalidad del mundo es simplemente una representación simbólica de realidades interiores y espirituales.
Cuando la luna eclipsa al sol, el cielo se oscurece, y cuando las emociones oscurecen a nuestra naturaleza más elevada, nuestras mentes se vuelven más sombrías. Las emociones, especialmente cuando son negativas, tienen una habilidad única para minar nuestra fortaleza espiritual. En los Yoga Sutras de Patanjali dice, “Yogas chitta vritti nirodh,” que significa que la Auto-realización del Ser ocurre espontáneamente cuando somos capaces de neutralizar los remolinos de los gustos y aversiones. Entonces, ¿cómo podemos lograrlo?
No hace bien reprimir nuestras emociones. Esto trae más problemas de los que soluciona. Entonces, ¿eso significa que deberíamos expresar libremente nuestras emociones, sin importar lo hirientes que sean? No, por supuesto que no. El secreto es transmutar su energía que nos lleva hacia abajo, en devoción u otras prácticas que estimulen nuestro fervor espiritual.
Las técnicas yóguicas, tales como observar la respiración o Kriya Yoya, nos ayudan a adquirir control sobre el proceso reactivo. Con el tiempo, los que meditan descubren cambios profundos en su habilidad para permanecer calmos y centrados sin importar lo que la vida les dé.
En la vida diaria, puedes neutralizar una emoción negativa practicando su polo opuesto. El amor supera al odio, y el gozo expulsa a la tristeza. Finalmente, la dicha de Dios neutraliza todo lo demás. Las cosas menores de la vida llenan nuestro campo visual solo porque, mientras nos identificamos con nuestro ego, parecen estar mucho más cerca de nosotros. Una vez, Swami Kriyananda se estaba lamentando por su apego a la comida saludable. Paramhansa Yogananda le dijo que no se preocupara por ello, diciendo, “Una vez que llega el éxtasis, los demás apegos desaparecen.”
Por último, date cuenta de que es el poder de Dios el que energiza todo. La luna no genera luz propia; sólo refleja la luz del sol. En forma similar, el ego no es más que un tenue reflejo del alma, la chispa de Dios dentro de cada uno de nosotros.
En la luz de Dios,
Nayaswami Jyotish
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