Dos Grandes Maestros

1 de Diciembre de 2016

¡Hoy fue un día extraordinario! Estamos en Puri, India, donde Swami Sri Yukteswar tenía un ashram, y donde su cuerpo está enclaustrado en un pequeño samadhi mandir (santuario que contiene el cuerpo de un gran maestro). Paramhansa Yogananda solía venir aquí con su gurú, y fue en Puri donde Sri Yukteswar dejó su cuerpo en 1936.

sri-yuktesuar-ashramEsta mañana tuvimos una meditación maravillosa en este santuario. Hay una presencia extraordinaria en cualquier lugar donde un gran santo ha pasado tiempo, y un efecto aun más potente si su cuerpo se encuentra aún allí. Todas las religiones reconocen el poder espiritual que permanece en lugares así, y con frecuencia los grandes templos y catedrales que se construyen en honor a ellos se convierten en puntos importantes de peregrinaje. Pero el santuario de Sri Yukteswar es pequeño y modesto, apropiado a la naturaleza interna del camino del yogui.

Mientras un pequeño grupo de nosotros meditábamos allí, sentí un aura de profunda paz. Era más fácil concentrarse y hacer kriya y otras técnicas que han sido practicadas y enseñadas por el gran maestro. Era como si Sri Yukteswar estuviera silenciosamente ayudándonos a llevar hacia el interior nuestras mentes.

En las historias que aparecen en Autobiografía de un Yogui, Sri Yukteswar siempre pareció ser de un autoritarismo severo, y debo confesar que de todos los maestros de nuestro camino, él ha sido el más difícil para mí de acercarme. Pero el año pasado, estaba guiando una meditación en uno de nuestros centros en India, y mientras le rezaba sentí una pequeña punzada de tristeza porque parecía que no podía superar esa distancia. Justo entonces, la guirnalda que rodeaba su foto, inexplicablemente se cayó. Mientras yo la colocaba amorosamente alrededor de su imagen de nuevo, supe que él se había acercado a mí de esta forma, y le recé silenciosamente para agradecerle este pequeño milagro. Desde entonces, me he sentido mucho más cerca de él.

Después de nuestro tiempo con Sri Yuktesuar, fuimos al samadhi mandir de Totapuri, el gurú del gran maestro Ramakrishna. Una vez, Ramakrishna estaba teniendo dificultad para llegar al estado de consciencia más elevado e ir más allá de Dios en la forma. Regularmente, tenía visiones de la Madre Divina en la forma de la diosa Kali, y entraba en éxtasis, pero en su adoración de ella no era capaz de ir al estado sin forma. 

Totapuri le instruyó para que mentalmente tomara una espada y cortara a través de la forma de Kali cuando ella apareciera ante él. Esa tarde, mientras Ramakrishna comenzaba a adorarla, Totapuri tomó un pequeño trozo de cristal y lo situó en el entrecejo de Ramakrishna diciendo, “¡Concéntrate aquí!¡Toma una espada mental y corta a través de ella!” El hizo lo que Totapuri le había dicho, y entró en el más elevado samadhi, más allá de todas la formas de Maya.

two-great-masters-sri-yukteswar-samadhi-mandir-india-768x768Pudimos también meditar por largo tiempo en el ashram de Totapuri, y también en su pequeña habitación. De nuevo, sentimos un poder extraordinario envolviéndonos.  Cuando ya nos marchábamos, el monje residente nos llevó a una higuera de Bengala. Totapuri había instruido a dos discípulos a meditar entre sus raíces colgantes durante tres días, y ambos entraron en samadhi. El árbol en sí se sentía sagrado, como si hubiese también participado en aquel evento.

Como estas son las historias que uno escucha en este país extraordinario de India y en su ciudad sagrada, hogar desde tiempos antiguos del famoso Templo de Jagannath.

En alegría, Jyotish sonriendo
Nayaswami Jyotish.

 

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