Domesticando a La Mente

9 de Octubre, 2014

Avital-in-tree-pose-in-a-forestDondequiera que enseñamos, una de las primeras preguntas que nos hacen es: “¿Cómo puedo controlar los pensamientos inquietos?” Este problema universal fue incluso mencionado hace más de 2.000 años en el Bhagavad Gita, cuando Arjuna se lamentó: “Debido a mi inquietud, no he logrado resultados duraderos en los intentos que me has enseñado para estabilizar la mente. ¡En verdad la mente es inquieta, turbulenta, locamente obstinada! O Krishna, creo que es tan difícil de dominar como el viento.(Capítulo 6: 33,34).

Krishna responde: “O poderoso Arjuna, la mente es sin duda voluble y rebelde, pero se puede controlar mediante la práctica del yoga, y por el ejercicio de desapego mental.

Aquí Krishna está ofreciendo algunas claves para el control de la mente saltarina. Imagina que tus pensamientos son como un montón de plumas en una mesa. Por encima de la mesa hay un ventilador de techo, cuyas aspas al girar hacen que las plumas (nuestros pensamientos) se dispersen. De poco sirve perseguir  las plumas individuales y devolverlas a la mesa. Todos los meditadores han experimentado la frustración de tratar de controlar los pensamientos individuales. Sintiéndose frustrados, culpables, y desanimados, muchos renuncian a la meditación.

Aquí hay tres maneras de influir a la mente:

1) La práctica de yoga – Las técnicas normalmente nos dan un objeto (la respiración, la luz, el sonido) en el cual concentrarnos, ya que la mente desenfocada vagará queramos o no. Se necesita un punto de referencia para que cada vez que la mente se distrae, pueda ser capturada y llevada de nuevo a su tarea. Esa es una razón por la que Paramhansa Yogananda dijo que “el canto es la mitad de la batalla.

2) Desapasionamiento Si tus emociones son como el teflón antiadherente, esos pensamientos que surgen disminuirán rápidamente. Si tus emociones son turbulentas, trata al menos de ponerlos a un lado durante tu período de meditación. Los psicólogos han llevado a cabo experimentos en los que se le pide a un sujeto que medite y luego es perturbado a propósito, por ejemplo, alguien abre y cierra fuertemente la puerta de la habitación. Los meditadores de mucho tiempo vuelven rápidamente a un estado de concentración, mientras que los novatos siguen preocupados por un lapso de diez a quince minutos.

3) Controlar el aliento La práctica de pranayama, especialmente Kriya Yoga, controla la energía directamente. La mejor manera de mantener las plumas del pensamiento sobre la mesa es cortar la alimentación eléctrica al ventilador. Una gran y central enseñanza del yoga es la unión de tres vías: la respiración, el prana y la mente. Controla cualquiera de los tres y recuperarás el control sobre los demás. Dado que la respiración es la más observable, empezamos allí.

La próxima vez que te sientes a meditar, prueba estas tres claves: enfoque, desapego, y pranayama. Entonces, Krishna nos dice: “El yogui que ha calmado por completo su mente, cuyas pasiones (rajoguna) están en reposo, y que se libera de toda impureza, realmente alcanza la unidad con el Espíritu, y la bienaventuranza suprema.”

En gozo,

Nayaswami Jyotish

Comentarios cerrados.