Cumpleaños

14 de Junio de 2019

Después de que sopló las pocas velas que había en su torta, Gloria dijo, “Me alegra que no pusieron las 90. No estoy segura de haber podido hacerlo.”

Estábamos reunidos, más de cien de los amigos de Gloria, en el Crystal Hermitage (pulse aquí para ver el enlace en inglés) —la casa de Swami Kriyananda en Ananda Village—para celebrar su cumpleaños número 90. Ella ha vivido en Ananda Village (pulse aquí para ver el enlace en inglés) por cerca de treinta años. Su hija se había mudado aquí varios años antes; cuando Gloria la visitó, se enamoró de la gente, de la paz, y del lugar, aún así se preguntaba si este lugar era el correcto para ella.

Había leído Autobiografía de un Yogui, y estaba interesada en este sendero, pero todavía no estaba comprometida firmemente a una forma de vida tan demandante como la que vivimos en Ananda. Entonces, hizo lo que hacemos muchos de nosotros cuando estamos en un dilema: le rezó a Yogananda. Luego tuvo una visión de él de pie delante de ella con sus brazos extendidos en forma de bienvenida. Ella se mudó aquí tan pronto como pudo, y su vida en Ananda fue de servicio silencioso, amor y amistad, muy en línea con la madre que es.

Mientras estábamos en la fiesta, nos mostraron una foto de nuestro miembro más joven, nacido apenas unas horas antes de una de las parejas jóvenes en nuestra comunidad en Asís, Italia (pulse aquí para ver el enlace en italiano). Esto me hizo pensar acerca de los cumpleaños y la duración de la vida. Sabemos que nuestro miembro más joven tiene apenas unos días de vida, pero ¿quién es nuestro miembro más viejo? Sería interesante que ustedes, nuestros fieles lectores, nos dejen saber la edad del miembro de Ananda más viejo que conozcan.

Nuestro hijo Mark también cumple años en una semana, y eso me hizo pensar acerca de las familias y la crianza de los hijos. Él nació aquí en Ananda Village en nuestro domo que yo había construido. Once días después un furioso incendio destruyó tanto al domo como a todas las otras construcciones, y de repente él no tenía casa. Pero todavía sí tenía un hogar. No son la madera y las tejas lo que hacen un hogar, sino el amor y el cuidado. Y él los tenía en abundancia, no solo de nosotros, sus padres, sino de todos en nuestra pequeña comunidad.

Nunca tratamos de imponerle nuestras formas y, hasta este momento, él no ha elegido nuestro sendero espiritual. Pero es un alma hermosa, dharmica y generosa, y nos ha enseñado a Devi y a mí algunas de nuestras lecciones más importantes. Ahora, siendo un maravilloso padre, sus tres hijos le están dando su propia educación. Aquí hay algunas cosas que Devi y yo aprendimos durante el camino:

Amor incondicional: Esta fue una lección bastante fácil, que nos llegó naturalmente. Después de todo, es lo que Dios nos da y la esencia de nuestro sendero espiritual. Eso no quiere decir que nuestra paciencia y fe no fueron puestas a prueba. La Madre Divina nos dio un hijo con una voluntad muy fuerte con ideas que, digamos, no siempre estaban en armonía con las nuestras. Sin embargo, nuestro amor nunca flaqueó.

Aceptación de las diferencias: A medida que él crecía, y comenzaba a ejercer su individualidad, sus elecciones en la vestimenta, la música, y los amigos eran muy distintas a las nuestras. Una vez estábamos llevando a la casa a unos de sus amigos que tenía el cabello coloreado y le gustaba el punk-rock, y le mencionamos que nos gustaban todos los amigos de Mark. El joven que se veía más bien extravagante nos enseñó una buena lección cuando respondió, “No soy solo amigo de Mark. También soy amigo de ustedes.” Todos, especialmente aquellos más cercanos a nosotros, necesitan sentirse aceptados en el centro de su ser.

Apoyar el entusiasmo de los demás: Cuando nuestro hijo fue cautivado por la música rock y comenzó a tocar la guitarra, le dimos todo nuestro apoyo. Pudimos ver más allá de la forma, los beneficios de las interminables horas de práctica y energía positiva que tomó tocar la guitarra principal en una banda. Cuando fuimos a nuestro primer concierto (no un kirtan exactamente), él se detuvo luego de una de las canciones y dijo, “Quiero agradecer a mis padres por todo el amor y el apoyo que me dieron.”

Joven o viejo, devoto o no, Dios nos da, a todos y a cada uno, Su amor, aceptación y apoyo. Si intentamos hacer lo mismo, ayudaremos a crear un mundo mejor y más agradable.

En amor incondicional,
Nayaswami Jyotish

 

Si deseas conocer acerca de nuestros cursos pulsa la siguiente imagen:

 

Comentarios cerrados.