COOPERANDO CON LA GRACIA

5 de abril de 2018

Mientras escribo esto, estamos en India por dos semanas en un viaje inesperado. Una serie de eventos completamente imprevistos han proporcionado el potencial para un nuevo proyecto maravilloso. Nuestro pequeño grupo está trabajando con uno de los principales líderes en la educación en India, creando la visión y un estudio de viabilidad para un Instituto de Liderazgo de primera categoría basado en los principios de Paramhansa Yogananda sobre una consciencia más elevada. Si se manifiesta, será la realización de un sueño de Swamiji, y un vehículo para la elevación de la consciencia mundial. El proyecto está en una fase muy temprana, con la claridad comenzando a emerger, por este motivo es demasiado pronto como para compartir algún detalle más en este momento.

Quiero escribir acerca de otro tema relacionado con este viaje inesperado—cooperar con la gracia divina. Ocasionalmente se presenta por sí misma una oportunidad que puede ser inconveniente para nuestro programa actual. Cuando esto ocurre, y se tienen que dejar de lado planes que ya se habían trazado previamente, en los rincones más oscuros de mi mente me pregunto si Dios le está prestando a mi calendario la atención especial que creo que se merece.

Entonces, ¿cómo deberíamos actuar cuando la Divinidad envía una oportunidad, o una prueba, que requiere algo de sacrificio de nuestra parte? Haríamos bien en seguir el consejo de la Hermana Gyanamata, la discípula más avanzada del Maestro. Su consejo era “Di ‘sí’, y hazlo rápido.”

Cuando el Maestro todavía era un hombre joven, fundó una escuela para niños en Ranchi, India. Una mañana, mientras estaba meditando en un pequeño depósito (el único lugar donde podía encontrar un poco de privacidad), tuvo una visión y escuchó un claro llamado a Estados Unidos. A pesar de sus grandes responsabilidades, dejó la escuela y esa misma tarde comenzó a hacer arreglos para su viaje a occidente.

En forma similar, en 2003 Swami Kriyananda recibió un email de un devoto en India diciendo que la obra del Maestro allí necesitaba más energía. Para nosotros era una simple carta, pero para Swamiji era un llamado de la Divinidad. En dos semanas, a la tierna edad de setenta y siete años, se había mudado a India para comenzar el trabajo de Ananda aquí. El resultado de su disposición para seguir el llamado divino es que cientos de miles de personas están siendo ayudadas a través de las enseñanzas de Yogananda.

   “La Gracia de Dios,” por Nayaswami Jyotish.

Hay muchas más historias con este mismo tema: Se escucha un llamado y se actúa en consecuencia; la gracia divina actúa como viento a favor, y ocurren milagros. También hay incontables veces cuando el llamado de Dios no es respondido, pero nunca escuchamos acerca de esas historias. Sus semillas caen sobre suelo estéril, y no crecen flores.

Necesitamos preparar el jardín de nuestros corazones haciendo constantemente lo mejor para alinear nuestra voluntad individual con la voluntad divina. Llegará el día en que Dios nos pida algo, cuando Él esté tratando de plantar una semilla. Puede no siempre ser conveniente decir sí, pero es el camino más seguro a la liberación. Recuerda, todo lo que nos llega es un obsequio de amor de la Madre Divina. Ya sea agradable o desagradable,

 

conveniente o inconveniente, es dado con amor y, si es aceptado con gratitud, llevará a la libertad.

Puedo dar testimonio, por mi propia experiencia, que llega un gran gozo cuando aprendemos a “decir ‘sí,’ y hacerlo rápido.”

En aceptación gozosa,

Nayaswami Jyotish

 

Si deseas conocer acerca de nuestros cursos pulsa la siguiente imagen:

Comentarios cerrados.