Cómo construir la fe en tiempos de incertidumbre

Hoy en día existe una gran oportunidad para el crecimiento espiritual. La práctica espiritual del diezmo es uno de los principios fundamentales para la construcción de la fe en este mundo.

El secreto de la supervivencia de Ananda siempre ha sido una práctica simple: “Busca primero el reino de Dios, y todas estas cosas te serán añadidas”. Dios es el gran Dador.

Para recibir lo máximo de Él, debemos estar en Su onda de Dar: espiritual, energética, mental y materialmente.

Mucha gente no conoce la historia detrás del programa de diezmo de Ananda, “Gracias, Dios.” El principio subyacente es que todo en la vida proviene de Dios: salud, energía, capacidad para servir y todos los ingresos. Para reconocer y honrar a Dios como el Dador Supremo, el diezmador promete dar algún porcentaje de sus ingresos a su verdadera Fuente. Dado que Dios no tiene cuenta corriente, el diezmo se entrega a la fuente de la inspiración espiritual.

Lo que sucede entonces es profundo. De alguna manera inexplicable, el diezmador entra en una relación con Dios, una que incluye no solo la oración y la meditación, sino también la riqueza material. Al expresar gratitud a Dios al retribuirle de una manera material por Su apoyo, atraemos bendiciones a nuestra vida material, a menudo de manera impactante.

Así es como funciona el diezmo: cada vez que recibes dinero, inmediatamente comparte tu diezmo con Dios. Si esperas para ver SI tienes suficiente al final del mes, probablemente no lo harás. Pero cuando ofreces el diezmo primero, de alguna manera Dios se asegura de que tengas lo que necesitas. El resultado es una hermosa relación con Dios, una que profundiza tu conexión y fortalece tu fe.

Observa lo contractivo que se siente la siguiente forma de pensar: “Esto es todo lo que tengo para pagar mis cuentas. ¿Cómo puedo cumplir con mis obligaciones si diezmo antes de pagar a mis acreedores?” Ahora piensa en cambio: “Sé que Dios se está ocupando de todas mis necesidades. Agradezco sus bendiciones al devolverle una parte de mis ingresos como diezmo”. ¡Observa cuán expansiva se siente esta respuesta en tu mente y en tu corazón! Es una declaración de fe que Dios escuchará tus oraciones, responderá y estará a tu lado hasta el final.

Experimenta con tu propia practica cómo el diezmo edifica tu fe. Ora a Dios para que te guíe en esta práctica espiritual. Haz de tu diezmo un regalo, una expresión consciente de gratitud hacia Él. No importa la cantidad, solo que la ofrezcas con amor y un corazón agradecido. ¡Gracias Dios!

En divina amistad,

Mai Lee
Por el diezmo de “Gracias, Dios” de Ananda 21 de abril del 2020

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