3 de Abril 2020
Yo fui el Director General de Ananda Village durante muchos años durante sus comienzos. Como pueden imaginar, a veces me sentía abrumado por todos los problemas y desafíos que enfrentábamos, y recurría a Swami Kriyananda por consejo y consuelo. A menudo me decía, “No pienses demasiado acerca de los problemas, más bien mantén tu foco en encontrar soluciones.”
En estos tiempos de desafíos globales, es fácil quedar tan atrapado en las dificultades que olvidamos buscar las soluciones. Como buscadores deberíamos priorizar nuestros esfuerzos.
Las soluciones espirituales vienen primero, porque son las que más duran. Sólo ellas son capaces de arrancar las raíces de nuestras dificultades. Otras soluciones son como cortar el césped—volverá una y otra vez. Por eso la primera prioridad es profundizar tu meditación y tu fe en Dios.
Segundo, fortalece tu mente con pensamientos positivos y una fuerza de voluntad firme. La mente es tan poderosa como le permitimos que sea. Mantén tus pensamientos positivos y elevados, mantén tu determinación inquebrantable, y mantén tu corazón abierto por medio de la empatía a los demás y el servicio activo al Dios en ellos.
Por último, da pasos lógicos y prácticos en el plano físico, pero date cuenta de que estos pasos trabajan principalmente en los síntomas, no en el problema mismo.
La semana pasada un amigo me envió una copia de una carta que Paramhansa Yogananda le escribió a un devoto en India en 1951. Está llena de consejos y bendiciones eternos. Imagina que Yogananda te ha escrito esto a ti:
He recibido tu carta, y gracias por escribirme acerca de tus dificultades. No te desalientes por ellas, date cuenta de que por muchas vidas has estado acostumbrado a seguir hábitos o caprichos de la mente y ahora, cuando estás tratando de poner la mente bajo tu control, se rebela naturalmente contra tal disciplina. La mayoría de los devotos pasan por esta experiencia en menor o mayor medida, por eso no es algo para preocuparse. El factor importante es que sigas intentando mejorarte a ti mismo. Nadie puede hacer esto por ti. Debes azotar la mente hasta que se someta a través de la práctica constante de la fuerza de voluntad.
Recuerda que eres un hijo de Dios, creado a Su divina imagen. Estas debilidades que has asumido no te pertenecen. Debes ser fuerte y conquistarlas, una por una, si quieres conocer a Dios. Al mismo tiempo, no te desalientes cuando caes, elévate una y otra vez de tu letargo mental por medio de periodos de meditación más largos y profundos.
Si aplicas las enseñanzas todos los días, verás los cambios en ti mismo. No esperes cambiar de repente, el cambio tendrá lugar por un esfuerzo continuo y fe en Dios.
Sobre todo, ama al Padre, a pesar de tus debilidades. Amalo incondicionalmente, y entrégate a Él mentalmente. En Él hallarás la satisfacción de todos tus anhelos.
Comienza ahora mismo a hacer pequeños servicios a los demás, sin importar lo pequeños que sean. Siente que estás sirviendo a Dios en ellos. Y si fallas en tratar de elevarte a ti mismo, levántate e inténtalo, inténtalo de nuevo. Nunca te permitas sentirte desalentado.
Que Dios te bendiga a ti a y a tu familia. Mis oraciones estarán con cada uno de ustedes.
Recuerda el consejo de Swami Kriyananda y no enfatices los desafíos que estas enfrentando. Más bien enfócate en las soluciones, como esas ofrecidas por Paramhansa Yogananda. Cualquiera sean las pruebas que vengan a nosotros, están hechas para llevarnos a la liberación. Nos son dadas con amor. Sí, a veces es amor duro, pero siempre es para nuestro beneficio.
Con amor y fe,
Nayaswami Jyotish
