Aceptación

Acepto con calmada imparcialidad lo que se presente en mi camino. Libre en mi corazón, no estoy condicionado por ninguna circunstancia externa.

La aceptación no es pasiva o emocional, sino una aceptación de “lo que es” con una fe interior tranquila. Fe en que todo lo que nos llega viene en última instancia de Dios. Cada prueba está diseñada divinamente para proporcionarnos lo que necesitamos para nuestro crecimiento y libertad interior. Tenemos la opción de aceptar o no: expandir o contraer.

Swami Kriyananda dijo una vez: “La forma de superar las pruebas es a través del amor”. Entiendo que esto significa: aceptar y abrazar todo lo que venga. Cuando nuestros corazones están receptivos y dispuestos a ver cada prueba como una oportunidad de expansión, podemos aumentar nuestra energía y crecer más allá de las limitaciones. La vida de Swami fue un modelo para todos nosotros de esta cualidad de aceptación. Abrazó todo lo que le llegaba con voluntad dinámica y con gratitud, al comprender que todo venía, en última instancia, de la Madre Divina.

El día que me senté a escribir este boletín sobre la aceptación, recibí una llamada telefónica de mi mamá. Ella acababa de ser diagnosticada con cáncer, un evento que cambió su vida.

Mi mamá no está en este camino espiritual, pero me inspiró profundamente la tranquilidad que sentí que emanaba de ella. No hubo negación, enojo o tristeza, sino una tranquila aceptación de lo que fue. Y más allá de esa calma, experimenté un flujo de amor cálido y expansivo, como si ella fuera un canal de la gracia de la Divina Madre. A través de su disposición a aceptar, la fe había abierto su corazón para recibir el amor de Dios. Y con esta fe recién descubierta, la vi acoger con alegría este diagnóstico como una oportunidad para hacer cambios en su vida.

Afirma con regularidad: Acepto con tranquila imparcialidad todo lo que se me presente. Libre en mi corazón, no estoy condicionado por ninguna circunstancia externa.

Puedes practicar esta afirmación en combinación con una visualización de cualquier cosa a la que tiendes a resistir. Imagínate aceptando TODO como un regalo de un Dios amoroso que te está dando oportunidades para crecer en Espíritu.

Resiste la tendencia a etiquetar las situaciones como buenas o malas. Es mejor agradecer a Dios por todo. Las circunstancias son siempre neutrales, son nuestras respuestas las que las tiñen de positivas o negativas. Digamos entonces, con tranquila aceptación y gratitud: ¡Gracias, Dios!

En divina amistad,

Mensaje escrito por Gayatri Regester en nombre de todos los que sirven Ananda en el mundo.

Comentarios cerrados.