26 de Mayo de 2016
Los dos osos pardos que caminaban con pesadez fuera de nuestra cabaña en el lago Tahoe, en California, eran más grandes de tamaño de lo que imaginaba que un oso podría ser. Era de noche, y caía una lluvia constante. Jyotish dijo en voz baja, pero enfáticamente, “Mira”, al mismo tiempo que señalaba por la ventana: Allí estaban, caminando lentamente a no más de 15 metros de distancia. Entonces, y antes de que no pudiéramos verlos, uno de ellos se detuvo y sacudió el agua de lluvia de su pelaje como lo haría un enorme perro. Fue emocionante verlos.
Nos fuimos unos días a Tahoe para relajarnos. Estábamos disfrutando de la quietud, la paz del hermoso lago, el bosque, y los osos eran un lujo añadido. Estábamos agradecidos de que ellos no podían vernos.
Es importante descansar de vez en cuando para renovarnos y refrescarnos. En medio de las exigencias de la vida diaria, es muy fácil perder la inspiración para meditar, y dejar que se convierta en una práctica mecánica.
“El Óxido Nunca Duerme” era el título de una canción que fue popular hace algunos años. Es una muy buena imagen para transmitir el potencial de erosión que nuestra inspiración y alegría pueden sufrir, por las demandas y problemas que nos rodean.
Aquí hay cuatro ideas que pueden ayudarte a mantener la inspiración en tu práctica de meditación:
Toma un descanso de los horarios en tu vida diaria, y centrarte en tu Sadhana*. Date la libertad para relajarte y disfrutar de tu meditación sin límite de tiempo. Tal vez medites más tiempo, o tal vez menos, pero disfruta de la libertad de crear tu propio espacio para descansar en Dios.
Considera las técnicas de meditación como herramientas útiles, no como la experiencia final que estás buscando. Un artista utiliza sus pinturas para capturar una imagen, pero los pigmentos solos no crean una pintura. Es la conciencia personal del artista que da vida a una pintura. De la misma manera, trata de ver tus técnicas de meditación como un medio para explorar tu propia consciencia superior, somos nosotros los que tenemos que dar vitalidad y vida a las técnicas infundiéndolas con nuestra propia energía.
Siente, desde el principio de tu meditación, que eres parte de una realidad superior. Que tu propia consciencia superior ya es una con Dios. Swami Kriyananda lo expresó muy bellamente: “El secreto de la meditación es orar con fe profunda, no como una persona ajena al cielo, sino como uno cuyo verdadero hogar eterno es el cielo.” Nuestro “verdadero hogar eterno” está muy cerca, pero si pensamos que está lejos, lo estará.
Reemplaza la carga de la palabra: “debería” meditar, con la libertad de: “elijo” meditar. Trata de llevar una sensación de relajación y alegría a tu Sadhana. Recuerda que, aunque la meditación regular requiere disciplina, eres tú quien ha elegido esta práctica con el fin de mejorar tu vida. Puede que el óxido nunca duerma, pero la búsqueda de la alegría interior es una parte de nuestra propia naturaleza que nos llama eternamente.
[Nota del traductor: Sadhana= Practicas espirituales.]
Tu amiga en Dios,
Nayaswami Devi
